Gran golpe el de Pitu Abril reeditando, en su actual La porteria de BTV, aquella La barberia que hacía en TVE hace dos lustros. ¡Ah! Han pasado 20 añitos y ahí estaban aquellos que fueron tremendos gallos de pelea, hoy convertidos en pollastres, pero la mar de revoltosos y divertidos. A saber: Cesc Baltasar, Enric Lacalle, Ernest Benach, Jaume Camps, Jaume Sobrequés y Carles Canut. No solo tiene mérito haber logrado esta concentración, tiene más mérito aún haberlo hecho el día siguiente a las elecciones a la Generalitat. O sea, parecía que hablaban del Barça-Madrid, pero les salía por las orejas la política. Por ejemplo Enric Lacalle (PPC). Estaba contentísimo. Le decía a Benach, que estaba a su lado: «¡Me encanta este tipo de juego! ¡Qué impotencia! ¡Qué impotencia!», y después de una pausa, añadía «¡Qué impotencia..., la del Madrid!», ¡Ahhh! Si no hubiera colocado finalmente la palabra «Madrid», a Benach le hubiera dado un soponcio allí mismo. Más explícito fue todavía Jaume Camps (histórico puntal de Convergència, fundador del partido junto a Pujol, y exroquista). Se presentó como una moto. Desbordante. Feliz hasta el paroxismo. Era tanta su excitación que nada más sentarse exclamó: «En lugar de ¡oé, oé, oé, Barça!, hoy toca cantar ¡Adéu tripartit, adéu, adéu, adéu!», y engordaba por momentos y no cabía en la silla. Lo de Jaume Sobrequés también fue digno de estudio. No sabría decirles si su inmensa alegría se debía al glorioso triunfo del Barça, o al resultado electoral, pero hubo un momento muy bueno, un instante delicioso, cuando Camps, en pleno delirio, dijo tronante y apocalíptico: «Yo ahora mismo suprimiría la Liga Española de Fútbol, y también la catalana, que no existe, pero por si acaso». Entonces intervino Sobrequés y dijo: «Vaya, ahora que gobernareis ¿no quereis selección catalana?». Y Camps, mirándoselo con un cachondeo indescriptible, apostilló: «¿Qué es eso de 'ahora que gobernareis'? ¿Te has vuelto, otra vez, socialista?». ¡Ah! Qué divertida sesión, Cómo nos reímos en casa, amiguitos. Y como perla final, como último y sensacional golpe de humorismo político-futbolístico, anotemos ese instante en que Pitu Abril, una vez visto el partido, solicitó a Benach

que decidiera quién merecía tarjeta roja. Entonces se escuchó a Sobrequés gritando, rapidísimo: «¡Puigcercós!». ¡Ahh! Si en BTV siguen con estas criaturas, los del Crackòvia (TV-3) lo tienen crudo.