crónica

Sauna al pasado con Cypress Hill

El grupo californiano de hip-hop recordó sus primeros y mejores discos ante un Razzmatazz superpoblado

Cypress Hill, la noche del jueves en la sala grande de Razzmatazz. / carlos montañés

El favor crítico desatado se les acabó con el tercer disco, en 1995, pero el público sigue con ellos: el jueves, el grupo rap californiano de raíces latinas Cypress Hill agotó las entradas para su actuación en la sala grande de Razzmatazz. Entre los constantes guiños del grupo a su primera época y el calor, casi vapor, y tanto torso al aire, tan solo había un título posible para esta crónica: sauna al pasado.

En realidad no debía de ser vapor, sino humo. Algo previsible en el concierto de un grupo amigo de la hierba; su último álbum cuenta con la colaboración, agárrense, de Cheech & Chong, los reyes de la comedia de fumetas. Las referencias metafóricas y literales a la marihuana suponen el principal sustento literario de un Rise up (2010) cuyo anacrónico sonido rap-rock remite a grupos como Korn. Qué duda cabe, está lejos de ser su mejor disco.

RETROSPECTIVA / Ellos mismos deben de saberlo, de lo contrario no se entienden los escasos guiños a esta grabación recién salida del horno. Solo exhibieron cuatro de sus temas: Get 'em up para comenzar y después, Light it up, It ain't nothing y Rise up. B-Real, Sen Dog, DJ Muggs y el percusionista Eric Bobo, completados por un MC invitado, prefirieron concentrar el trayecto en sus tres primeros y celebrados álbumes: Cypress Hill (1991), Black sunday (1993) y Cypress Hill III: Temples of boom (1995), los más cercanos a las esencias del hip-hop. Del primero regalaron clásicos como Cock the hammer, Lick a shot o Pigs; del segundo, eficaces headbangers como When the shit goes down o A to the k; y del tercero, quizá el más visitado de los tres, Hand on the pump, How could I just kill a man, Insane in the brain, Throw your set in the air, Illusions…

TRILOGÍA LATINA / Hubo también espacio para una especie de trilogía latina –Latin thugs, Latin lingo y la nueva Armada latina, que en disco cuenta con el apoyo de Pitbull y Marc Anthony–; un medley dedicado a la hierba; un duelo de DJ con percusionista; el rescate de un tema (Vato) grabado por B-Real con Snoop Dogg en el 2006; la visita de un espontáneo primero rechazado y luego abrazado candorosamente por B-Real; y, ya en el cierre, un recuerdo al disco que certificó el romance de Cypress Hill con el rap-rock, Skull & bones (2000), en la forma de (Rock) Superstar. Prometieron volver más pronto que tarde. Y volverá a ser sauna.