Perfil | Director general de Nestlé España

Jordi Llach (Nestlé): un deportista dispuesto a jugar su final soñada

El director general de Nestlé, Jordi Llach, es marquista declarado: "En el grupo hay muchas marcas que los consumidores desconocen que son nuestras"

Jordi Llach, director general de Nestlé España. / MANU MITRU

Natàlia Ríos

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Presume de llevar bambas recicladas hechas con cápsulas Nespresso. Muy cafetero y más de salado que de dulce. Entró a trabajar en Nestlé poco después de finalizar el servicio militar obligatorio y asegura que

se jubilará en la multinacional suiza.

Nacido en Barcelona hace 59 años, Jordi Llach no tenía muy claro qué estudiar. Justo cuando le tocaba escoger, su padre le preguntó qué opciones barajaba. "Estoy entre Medicina y Económicas -le dije-, a lo que él se sorprendió: ‘Medicinaaaa?’. Y decidí: ‘Tienes razón, haré Económicas’". Se licenció en la especialidad de Economía y Empresa y al acabar no pudo obviar el servicio militar, "que aún era obligatorio en aquella época". Le tocó en Talarn (Lleida) y contra todo pronostico se lo pasó "bomba". Al poco de llegar al campamento militar, "quedaba claro que lo bueno era ser instructor, los que enseñaban a los nuevos reemplazos que llegaban cada dos meses, y que podían ir a casa los fines de semana, ir a cenar al pueblo, etcétera". "Cuando preguntaron quién quería ser instructor, todos levantamos la mano y, entonces, el capitán pidió que bajaran el brazo los que no tuvieran carrera universitaria. Quedamos los elegidos".

Acabada la mili, envió varias solicitudes de trabajo que encontró en anuncios de periódico. "Todos contestaron y, por lo que sea, me iluminé y acepté la propuesta de Nestlé", recuerda. Pensó que sería una experiencia para un par de años, pero ya lleva 34 en la multinacional sin perder el entusiasmo "porque la ilusión por las cosas que haces es algo que depende de uno mismo".

El destino más bonito

Ha ocupado diferentes cargos en el negocio de productos culinarios. En 2001 fue trasladado a Vevey (Suiza) como marketing advisor. Pasó tres años en Italia como máximo responsable de Buitoni y en 2013 regresó a

España

. Dos años después se trasladó a Portugal como country manager del país. Y luego llegó la gestión para Europa del negocio de culinarios. El 1 de julio de 2022 asumió la dirección general de Nestlé España, que considera su último cargo en el grupo. "Estoy en destino. No hay otra. Se acerca el momento de dejar paso a nuevas generaciones. Mi anterior cargo ha sido muy intenso, poder dedicarme ahora a España es un final soñado. Es tan bonito que no puede haber nada más después", sentencia.

Llach asegura que nunca se ha planteado seriamente qué hacer cuando deje el mundo laboral. "Aunque nunca he ido en moto y siempre he dicho que cuando me jubile me compraré una Harley". Lo que sí tiene claro es que seguirá practicando deporte. Juega a tenis, pádel, también corre y en invierno esquía. "Aunque el deporte en el que siempre he sido el mejor, con diferencia, es el fútbol", reconoce. El problema, dice, es que llega una edad en la que jugar a fútbol "solo te puede comportar lesiones y es el momento de dejarlo".

El deporte es una pasión, que no solo practica con regularidad sino que además utiliza para trasladar sus ideas. En su última conferencia en Matins Esade, para explicar cómo sobrevivir empresarialmente a «la época de tornados en la que estamos», hizo referencia a su Barça, porque "no es lo que te pasa, sino lo que haces con lo que te pasa"; a Rafa Nadal, por su «resilencia, adaptabilidad y ambición", y a Lewis Hamilton, por saber hacer tuyo "el momento de empujar aún más hacia el objetivo final", que en el caso de Nestlé es "seguir creciendo de forma sostenible y motivadora".

Saca pecho ante el programa de sostenibilidad del grupo, "un viaje que empezó hace tiempo, que se acelera, que es imparable e indiscutible", y defiende que lo que diferencia una empresa de otra es su equipo humano. "Hace años podías discutir la estrategia de diversas empresas porque había diferencias importantes. Hoy, cuando analizas la visión, la misión o la estrategia de ciertas compañías, observas que están comunicando lo mismo. Así es que, al final, la gran diferencia es la capacidad de llevar adelante ese plan que comunicas, algo que solo es posible a través de las personas. Cuanto más complejo es el momento, más importante es el equipo humano que tengas". 

Llach no es el hombre más organizado del mundo, y lo deja claro de entrada a su equipo, pero está "entre el top ten de gestión del mail", bromea. Considera que cualquier crítica hay que, como mínimo, tenerla en cuenta, y que detrás de una marca hay "muchas veces la historia de una persona que da sentido al propósito de la compañía".

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El volumen de negocio de Nestlé superó los 90.000 millones de francos suizos (unos 92.511 millones de euros) en 2022 y, a escala europea, está cerca de los 20 millones. En España, se estableció hace más de 100 años. Tiene 10 fábricas y una plantilla que supera las 4.000 personas.

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El director general de Nestlé, Jordi Llach, es marquista declarado: "En el grupo hay muchas marcas que los consumidores desconocen que son nuestras". En su opinión, cada marca debe diferenciarse del resto y "hacerse fuerte por sí sola", e insiste en que cada cliente "que se va a la marca blanca puede ser un cliente perdido". Quizá por eso a sus dos hijos -el mayor estudió Dirección y Administración de Empresas y vive en Madrid, y el pequeño acaba de presentar su proyecto final de Ingeniería Aerospacial en Inglaterra- les aconseja "que refuercen su valor diferencial y que procuren que la inteligencia artificial no les jubile antes de tiempo, que se preparen bien".

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