Investigan si el decapitador de Ribera de Arriba atacó a su padre al descubrir su falsa vida

Pablo Muñiz llevaba más de 15 años diciendo a su entorno que iba a trabajar a una empresa en la que solo estuvo empleado unas semanas

El patio de la casa a cuya puerta apareció el cadáver del vecino asesinado, con la térmica de Soto de Ribera, a la izquierda. / L. B.

El detalle más revelador de que algo no iba bien en la vida de Pablo Muñiz está relacionado con su trabajo. Los investigadores de la Guardia Civil encargados de investigar el crimen de El Picón han descubierto que sus desplazamientos diarios durante sus estancias en Ribera de Arriba para trabajar en una industria local eran "una farsa" y que llevaba una doble vida. Su padre, con quien vivía, pensaba que estaba empleado en una empresa de productos lácteos. Pero en realidad, según han comprobado los investigadores, hace más de 15 años que no trabaja allí. Fuentes consultadas por este diario apuntan a que solo permaneció allí durante unas pocas semanas en las primera década de este siglo. Los agentes encargados del caso tratan ahora de esclarecer si el ataque se inició después de que la víctima descubriese su falsa vida.