Parricidio

La opaca vida del autor de la decapitación de Oviedo: un rostro amable con problemas mentales que hacía creer a su entorno que tenía trabajo

Pablo Muñiz, de 46 años, había hecho creer en su entorno que mantenía un trabajo, pero no se le conocía ninguna ocupación habitual

La opaca vida del autor de la decapitación de Oviedo: un rostro amable con problemas mentales que hacía creer a su entorno que tenía trabajo / Redacción

El lugar común cuando se produce un crimen, y más en casos tan truculentos como el asesinato y decapitación por parte de un hijo a su padre, hace decir a los vecinos aquello de que era una buena persona y que "no nos lo podemos creer". En el caso de Miguel Muñiz y su hijo Pablo, la bondad se intuye por la ausencia de incidentes anteriores, pero pocos vecinos, más allá de la media docena que vivían a su lado, en El Picón, podían ayer dar más noticias sobre ellos.