El padre de una víctima, al Papa: "Haga que los Maristas digan de una vez la verdad"

Manuel Barbero detalla por carta el escándalo a Francisco y reclama su intervención para que la orden depure responsabilidades

Manuel Barbero, padre de una víctima, ovacionado en el Parlament. / JOAN CORTADELLAS

Manuel Barbero, padre del primer exalumno que denunció por abusos sexuales al exprofesor de gimnasia de los Maristas de Sants-Les Corts Joaquim Benítez, ha enviado una carta al papa Francisco. En la misiva le aclara que, antes de dar el paso de escribirle a él, se puso en contacto con el Arzobispado de Barcelona, donde fue informado de que, a pesar “del horror” del escándalo de pederastia que está quedando al descubierto en, por lo menos, dos colegios de los Maristas, este organismo “no podía hacer nada” dado que esta orden religiosa no debe responder ante el arzobispado.

El padre, tal como ya hizo con la carta dirigida a las instituciones catalanas, explica en primer lugar a Bergoglio su historia detallando qué tipo de abusos sexuales padeció su hijo y el sufrimiento que le causaron tanto a él como a la familia. Barbero denuncia el abandono que a partir de ese momento sufrió por parte del colegio de los Maristas.

En su escrito, Barbero informa al Pontífice de cómo la creación de una simple cuenta de correo para detectar más víctimas y su difusión a través de pasquines colgados alrededor del centro de Les Corts permitió encontrar a cuatro exalumnos que habían sufrido abusos parecidos a los de su hijo por parte del mismo responsable de educación física, que ejerció más de 35 años en el colegio.

MÁS DE 50 PERSONAS HAN RESPONDIDO

Asimismo, le detalla que tras la publicación de su historia en EL PERIÓDICO y las sucesivas revelaciones EL PERIÓDICOque han ido aparecido en la prensa, ha recibido correos de alumnos que aseguran haber padecido abusos sexuales en los Maristas por parte de 17 docentes distintos de siete colegios diferentes. En total, más de 50 personas le han hecho llegar sus casos.

Actualmente, los Mossos d’Esquadra tienen en su poder una treintena de denuncias presentadas contra 7 docentes y un monitor de los Maristas. Tres de estos profesores han confesado a EL PERIÓDICO que las acusaciones de sus exalumnos son ciertas. Las cifras del caso lo convierten en el escándalo de pederastia escolar más grave vivido en España. 

Barbero destaca en su escrito al Papa que el vicario provincial de los Maristas, Pere Ferré, silenció en su denuncia ante la fiscalía contra Benítez por un caso anterior de abusos que el pederasta había confesado los hechos. Asimismo señala que "la actitud del centro ha sido de opacidad, reserva, medias verdades o incluso mentiras en algunas ocasiones". 

LAS PETICIONES

"Ni las víctimas ni sus familiares, que también sufren, podemos entender cómo se pueden ocultar unos hechos que hacen tanto daño. ¿Por qué tras tantos avisos de padres, los Maristas no actuaron?", se pregunta el padre antes de hacer "humildemente" al Papa una serie de peticiones. 

Así, le solicita, entre otras cosas, que investigue los hechos, que haga que la orden de los Maristas se disculpe, que todas las personas que han colaborado en la ocultación de delitos sexuales cometidos en estos colegios sean destituidas, que la totalidad de las víctimas “sin excepción” sean reparadas y que “de una vez por todas digan la verdad” para dejar de generar más "sufrimiento” entre los afectados y sus familiares.

El caso de pederastia del clan de los Romanones, un grupo de sacerdotes de Granada sospechosos de captar a monaguillos para la parroquia -bajo el pretexto de potenciar su vocación religiosa- para terminar abusando de ellos en orgías sexuales, arrancó con una carta al Papa Francisco de una víctima.

De hecho, el mismo Papa le respondió llamándole directamente a su teléfono móvil para pedirle perdón en nombre de la iglesia y para asegurarle que se iban a depurar responsabilidades. Según publicó El País, la llamada sucedió mientras la víctima conducía y estaba detenida en un semáforo cuando sonó su teléfono móvil y apareció en la pantalla un número desconocido. Al otro lado alguien dijo: “¿Hablo con el señor…?” “Sí, soy yo, ¿quién llama?” “Buenas tardes, hijo, soy el padre Jorge (su nombre de nacimiento es Jorge Mario Bergoglio)”. “No conozco a ningún padre Jorge”, respondió el conductor. “Hijo, serénate, soy el papa Francisco”. Durante esta conversación el Papa le pidió disculpas, entre otras cosas, porque los abusos sexuales detallados por el joven constituían “un gravísimo pecado y un gravísimo delito”, dijo.