Francia

Dominique Pelicot, en el juicio por violación masiva que sacude Francia: "Nunca debí hacerlo, moriré como un perro"

El equipo legal de Gisèle ha reclamado aprovechar el macrojuicio para cambiar la mentalidad de la sociedad francesa: "El cuerpo de una mujer no es un objeto de conquista"

“Este es el proceso de la cobardía”: Gisèle Pelicot habla por última vez

Dominique Pelicot: "Soc un violador, com tots els altres acusats / EFE

Leticia Fuentes

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El juicio Pelicot ha entrado en la recta final con las últimas declaraciones del principal protagonista y cabeza de la barbarie cometida en Mazan. “Gisèle forma parte de aquello que guardo en el fondo de mí", ha declarado por última vez Dominique, que se sienta en el banquillo desde septiembre acusado de haber drogado y violado a su esposa junto con otros 50 hombres a lo largo de una década.  

El acusado sabía que este miércoles era su última oportunidad para explicarse y –tal como su abogada, Béatrice Zavarro, había avanzado a la prensa días antes– su objetivo era aclarar la acusación de su familia, que mantiene que también podría haber abusado de su hija, Caroline, y sus nietos. Dominique ha insistido de nuevo en que “jamás" lo hizo. “La única esperanza que tengo es que ella acceder a pruebas, a través de la ciencia o de otro modo, de que yo no le hice nada”, ha declarado.

Imágenes de la hija semidesnuda

La hija del matrimonio Pelicot está convencida que su padre también la drogó y abusó de ella. De hecho, las autoridades encontraron en el ordenador de Dominique varias imágenes de su hija semidesnuda. Además, tal como explica la propia Caroline en su libro, 'Y dejé de llamarte papá', durante unos años sufrió problemas ginecológicos, similares a los de su madre, de los que los médicos no supieron encontrar la causa. 

Hay indicios que apuntan a que podría haber sido víctima de sumisión química, aunque la justicia no la ha incluido en este proceso judicial como víctima. De ahí que Caroline se defina como “víctima no reconocida”. 

“Adicto al sexo”

El principal acusado de este juicio, por el que podría ser condenado hasta a 20 años de cárcel, ha asumido que era un "adicto al sexo" y que morirá solo porque, más allá de su abogada, Béatrice Zavarro, nadie lo apoya. Zavarro ha aplaudido la sinceridad de Dominique y ha señalado que le habría gustado que su cliente hubiera hablado antes como lo ha hecho este miércoles. 

Para los abogados de Gisèle, estas palabras forman parte de una estrategia de manipulación que corresponde al perfil psicológico de Dominique. Como ya detallaron los expertos semanas atrás, se trata de un hombre narcisista, manipulador y egocéntrico. 

“Gisèle Pelicot no se despertó una mañana en una acera con la cara hinchada, sino en su cama, cerca del hombre a quien amaba, el que la agendaba cita con el médico, el que la acompañaba al ginecólogo el que le preguntaba: “Gisèle, ¿qué haces con tus noches?”', ha afirmado Antoine Camus, abogado de la mujer, para sentenciar: “El 99% de las víctimas de sumisión química no tienen pruebas. Caroline es la regla, Gisèle es la excepción”. 

La "buena víctima"

El letrado de Gisèle ha aprovechado el momento y la expectación que generaba este último día de declaraciones para hacer un emotivo alegato sobre la sociedad patriarcal francesa y la necesidad de cambiarla. En Francia, en 2024, "aún tenemos que probar qué es una buena víctima", ha cuestionado”. "¿Acaso una actriz porno no puede ser víctima de violación? (...) El box de los acusados es un caleidoscopio de la sociedad francesa. No todos los violadores son en serie. También puedes violar una vez. Lo dijo un experto: no existe un perfil típico de agresor”. 

Estas palabras han emocionado a la sala pero también a Gisèle que, a pesar de mostrarse fatigada tras más de 11 semanas de juicio, se mantiene atenta y con la mirada alta durante todas las audiencias. “Gisèle eligió transformar este barro en un material noble, ir más allá de su historia para hacer algo con ella”, ha sentenciado su abogado, que ha reiterado que la falta de consentimiento es la clave del juicio.

Derecho al error

En su emotivo discurso, el abogado de la acusación Stéphane Babonneau ha relatado los daños morales y físicos de esta mujer de 71 años que, tras pensar en suicidarse, decidió luchar "para que la vergüenza cambie de bando", en alusión a la frase que ya se ha convertido en símbolo de este juicio y de la lucha contra las violencias sexuales.

"Hay que descartar sin ambages el derecho al error que manifiestan algunos" acusados, ha apuntado Babonneau, en referencia a que, durante el proceso, algunos acusados han alegado "desconocimiento" de haber cometido una violación o "sometimiento" ante Dominique Pelicot, el exmarido de Gisèle, que urdió las violaciones entre 2011 y 2020.

"El cuerpo de la mujer no es un objeto de conquista"

"El hombre que viola nunca es una víctima", ha recalcado el abogado, quien también ha añadido que "no es posible un error sobre el consentimiento sin ni siquiera dirigirle la palabra", ya que Gisèle permeneció en estado de inconsciencia durante las violaciones que agendó su exmarido.

Pulsa para ver más contenido para ti

Babonneau también ha reclamado un cambio de mentalidades. En especial esa idea, "anclada en la mente de algunos hombres, de que el cuerpo de la mujer es un objeto de conquista".

Suscríbete para seguir leyendo

¡Suscríbete y no te pierdas esta noticia!

Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros suscriptores.

SUSCRÍBETE

Si ya estás registrado pincha aquí.

Pulsa para ver más contenido para ti