Proceso en Tailandia

La fiscalía admite en el final del juicio a Sancho que no ha probado la premeditación

Una imagen de Daniel Sancho. / EFE

Corre el caso de Daniel Sancho hacia su colofón con inesperado rumbo. Desde que una inmigrante birmana encontró los pedazos del cadáver de Edwin Arrieta en un vertedero de Koh Pangán (Tailandia) en agosto pasado se daba por descontado el asesinato agravado, la pena de muerte o cadena perpetua en los inquietantes presidios de Bangkok, un horizonte tétrico para el presunto chef y esforzado youtuber. La premeditación, sin embargo, se desvanece en estas últimas horas, descartada por la defensa y complicada de probar para la fiscalía. Dificultad que esta ha admitido este miércoles, tras superar Sancho la etapa más picuda, en un interrogatorio que pretendía aflorar sus flagrantes contradicciones.