El juicio contra Daniel Sancho se aplaza al martes por calor extremo: la sala, sin aire, bulle a 40ºC

Mantienen los tailandeses un romance con el aire acondicionado que sobrevuela sus inclementes canículas. Se funde el asfalto y son imprescindibles rebequitas y edredones en el interior contra catarros y pulmonías. Atenta su apego al frío polar artificial contra el ahorro energético y el sentido común pero este país no se entiende sin él. Faltó en la regia sede judicial de Koh Samui y el crimen más mediático que se recuerda en España activó la pausa. Tampoco Daniel Sancho declaró esta mañana en este beckettiano proceso al que nunca llega Godot. Estaba programado su debut en la sesión matinal pero desfilaron tres policías como presuntos teloneros. El magistrado mandó parar a la hora del almuerzo, empujó su reanudación al martes y el acusado de la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta no pisará el estrado hasta el miércoles, una semana más tarde respecto al programa previsto. Miércoles, jornada íntegra Tiene la culpa la explosión de un transformador que ha privado de luz eléctrica a un buen trozo de la costa oriental de la isla. El sofoco ya había aconsejado ayer anular la sesión vespertina y este jueves, con la avería vigente y sin expectativas de un pronto arreglo, el tribunal ha concedido cinco días de fiesta. El nuevo plan contempla que el martes declaren los dos policías citados esta tarde y Rodolfo Sancho, célebre actor y padre del acusado. A su hijo le reservan sus abogados una jornada íntegra para que pueda explayarse sin prisas sobre las contradicciones de sus variadas declaraciones y convencer a los dos magistrados de que fueron provocadas las arteras estrategias policiales. A primera hora habían pedido al tribunal el cambio del orden del día porque las condiciones climatológicas dificultaban una intervención que se antoja ya compleja con temperaturas sensatas. Ola de calor extremo Era tal la asfixia que incluso Silvia Bronchalo, madre de Daniel, rompió su mutismo ante la prensa. “No hay quien aguante ahí”, dijo al pie de las escaleras que conducen a la sede judicial de Koh Samui. El termómetro alcanzaba los 35ºC y, sumada la humedad y la ausencia de viento, la sensación térmica superaba los 40ºC. Tailandia padece una ola de calor de precedentes escasos. Abril es el mes más caluroso en el sudeste asiático y el fenómeno climatológico de El Niño ha empeorado el cuadro. El Gobierno ha activado la máxima alerta por el “extremo peligro” y cuenta ya 30 muertos por golpe de calor este año. Son casi los mismos en cuatro meses que el pasado año al completo. Retraso La suspensión abre la posibilidad de que el juicio vaya más allá del viernes próximo porque en apenas cuatro días tendría que apretar la defensa a su veintena larga de testigos. La sala, sin embargo, ya acreditó durante el turno de la fiscalía su capacidad para apremiar en un contexto de retrasos y, además, nadie pretende un proceso dilatado: ni la acusación ni la defensa ni, especialmente, un tribunal hastiado por la prensa española en sus aledaños. La crónica judicial es sucinta. La defensa pretendía acreditar que la policía de inmigración revocó el visado a Sancho antes de comunicarle su detención formal cuando acudió a la comisaría a denunciar la desaparición de su amigo colombiano. No parece una cuestión nuclear, al fin y al cabo había sospechas sólidas de asesinato y riesgo de fuga, pero sus abogados quieren sentar las chapuzas y el olímpico desprecio policial a las leyes desde el principio. Ospina deja Tailandia Descartada la declaración de Sancho, la prensa recogió las migajas informativas. Juan Gonzalo Ospina, abogado de la familia Arrieta, pronosticó que “aflorarán todas las contradicciones” durante la intervención de Sancho. Fueron sus últimas palabras antes de abandonar Tailandia. A Ospina le había aclarado el tribunal que no era bienvenido un abogado extranjero y, mucho menos, uno que el día anterior había declarado como testigo para defender la indemnización pretendida por la familia del finado. El letrado hispano-colombiano se irá de este juicio, da igual cómo acabe, con una hazaña incontrovertible: arrebatarle el título de mediático al de la defensa, Marcos García- Marcos, tan asiduo a las salas como a los platós. A los abogados locales que contrató les ha tocado explicar ese sorprendente tránsito desde la innegociable premeditación a conformarse con un asesinato a secas. Dan por descontado el agravante, aclaró, pero acreditarlo en la sala es un diferente cantar. “Si el juez solo lo tiene claro al 90 %, lo descartará porque para la justicia tailandesa es prioritario evitar las injusticias”, ha dicho. Ospina había asegurado a este diario en la noche del martes que la premeditación había quedado demostrada al 100%.

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