Radiografía de los 'señores de la marihuana': narcos extranjeros, violentos y con plantaciones domóticas

Catalunya se ha convertido en uno de los "jardines de la marihuana" de Europa, constatan responsables policiales de la lucha antidroga. La buena climatología y las comunicaciones excelentes por carretera con el resto del continente europeo han abonado el terreno para que muchas bandas extranjeras se asienten en territorio catalán con el fin de plantar y distribuir esta droga, cuyo precio es más caro conforme más al norte se vende. Además, estas organizaciones también han descubierto que Catalunya cuenta con un nutrido número de viviendas aisladas en urbanizaciones y naves en alejados polígonos industriales que pueden ser susceptibles de albergar una gran plantación. Por tanto, la seguridad y discreción de las ubicaciones, unidas a la facilidad para distribuir la droga por carretera en Europa, han atraído a un creciente número de narcobandas internacionales que invierten altas cantidades de dinero para conseguir beneficios rápidos. 150.000 euros de acondicionamiento Responsables de la lucha antidroga de la Policía Nacional apuntan a que se suelen destinar 150.000 euros en acondicionar una casa unifamiliar con lámparas y equipos de regadío –que proporcionan agua y luz– y filtros que evitan se escape el olor y que, según los agentes, son "impresionantes" por su eficacia. Además, las narcobandas también invierten cantidades importantes en seguridad y adquieren detectores y luces infrarrojas ante la posibilidad de sufrir ataques de otros grupos criminales: los llamados 'vuelcos' (robos de droga). "Se recupera toda la inversión con una sola cosecha de unas 2.000 plantas" "Toda esa inversión la recuperan con una sola cosecha de unas 2.000 plantas", explican mandos de la Policía Nacional, quienes añaden que las plantaciones que encuentran florecen cada dos meses gracias a los productos químicos que se utilizan. De ahí que la marihuana que se obtiene sea ahora mucho más tóxica y su consumo pueda ser más perjudicial para la salud. 'Narcocasas' domóticas Los investigadores destacan que se han encontrado con casas que cuentan con plantaciones totalmente automatizadas, sin 'jardineros', que se controlan a través de cámaras de vigilancia y cuya temperatura y luz se gestiona a distancia. Los narcos, prácticamente, solo acuden a recolectar, aunque una o dos veces a la semana se desplazan para vigilar. En el exterior de las fincas también hay sensores que detectan los movimientos y controlan las matrículas. "Las plantaciones funcionan a través del ordenador y el teléfono: los narcos solo acuden a recolectar" "Actualmente las plantaciones se mantienen por ordenador y teléfono. De vez en cuando acude una persona a echar un vistazo de apenas media hora. Aplicar la robótica es lo más moderno que hay ahora mismo", destacan responsables policiales. En su informe del año pasado, la Fiscalía General del Estado subrayaba que estas organizaciones criminales extranjeras están presentes en toda España gracias a sus contactos con “estructuras nacionales”, al tiempo que añadía que cada vez son más violentas: la policía está requisando una cifra creciente de armas y han aumentado las reyertas –y asesinatos– a causa del robo de droga entre bandas. Aumenta la violencia De hecho, en las intervenciones policiales se están encontrando más escopetas y pistolas, e incluso se han llegado a incautar subfusiles, considerados armas de guerra. Algunas narcobandas que se dedican a apoderarse del llamado "oro verde" están formadas por españoles, aunque los investigadores apuntan a que las mafias se suelen aliar con delincuentes locales. En este sentido, hay bandas especializadas en tráfico de droga que han ampliado el mercado a la marihuana, a la que ya conocían por comerciar con ella en otro países. Es el caso de grupos vinculados a clanes familiares con alto poder adquisitivo que, con el fin de montar plantaciones en viviendas, se han desplazado desde el norte de Europa, como Países Bajos, aunque su procedencia es de Asia. También hay bandas de origen albanés que han diversificado su negocio ante el lucrativo mundo de la marihuana. La presión policial les ha llevado a reconducir su actividad del tráfico de personas al cultivo y distribución de marihuana. Tal es el caso también de grupos originarios de Pakistán, que se dedican más al control de los pisos pequeños con marihuana y al tráfico de pequeña escala, y de organizaciones de Suecia o Italia que quieren controlar el mercado directo con su país. Jerarquizados "Ya hay grupos especializados en narcoasaltos, ya que es más fácil coger la mercancía que cultivarla", explican fuentes policiales. Todas las bandas tienen un punto en común: son muy jerárquicas y los papeles de cada miembro de la organización están muy definidos. En la base de la organización estarían los 'jardineros', que suelen ser personas que llegan a España y no salen de un local concreto o vigilan el campo, donde viven en tiendas de campaña. "Han aparecido grupos especializados en narcoasaltos, ya que es más fácil coger la mercancía que cultivarla" Las bandas también cuentan con personas que buscan lugares en los que ubicar cultivos y otras que transportan la droga o se dedican a blanquear el dinero. Luego, hay personal contratado para hacer instalaciones eléctricas muy complejas para 'pinchar' la electricidad o para montar la plantación. De hecho, las cifras de fraude eléctrico se mantienen en Catalunya. Un informe de Endesa señala que el 37% de la energía defraudada a lo largo de 2023 se produjo en las plantaciones de marihuana (por un 42% en 2022). Algunas de estas bandas también 'pinchan' la electricidad para conectar granjas de criptomonedas. En las viviendas de los jefes de las bandas, la Policía Nacional también ha encontrado zoológicos con numerosas especies de reptiles o gimnasios con equipos muy sofisticados para entrenar, junto con vehículos de alta gama, incluyendo no solo coches sino también embarcaciones. "Ganan tanto dinero que no saben en qué gastarlo", explican los responsables de las investigaciones.

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