El Govern aprueba un decreto que facilita limitar el consumo de agua de los turistas

El Govern de Pere Aragonès ultima un decreto para facilitar el control de los turistas que gastan más agua de la cuenta, según ha podido saber EL PERIÓDICO. En plena sequía, una gran mayoría de ciudadanos hacen esfuerzos cada día pera reducir su consumo de agua. ¿Pero qué ocurre con el turismo? ¿Se le puede tratar como un colectivo homogéneo que actúa de una única forma? ¿Es cierto que los turistas gastan más agua que el resto de la gente? La realidad es que apenas se han facilitado datos para responder a estas preguntas, aunque la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) aseguró que la mesa sectorial del agua los haría públicos. Sí se sabe que en algunos hoteles se consume más agua que en la mayoría de hogares, pero no hay cifras del consumo de agua de todo el sector turístico, que saca pecho de los esfuerzos realizados para ahorrar al máximo. Por primera vez, el Govern ha decidido introducir en el Plan Especial de Sequía unos umbrales de consumos máximos por plaza de alojamiento en los establecimientos turísticos. Y estos límites equivalen a lo que consumen los catalanes de media. Es una de las modificciones incluidas en el decreto que se anunciará oficialmente en los próximos días y que adapta las restricciones por la actual crisis hídrica al escenario veraniego. ¿Optativo u obligatorio? Los ayuntamientos tendrán la posibilidad, si así lo deciden, de aplicar estos topes máximos. Es decir, podrán controlar que los establecimientos turísticos no gasten más agua de la que consume de media un ciudadano de Catalunya. Sin embargo, esta norma solo será obligatoria para aquellos municipios que lleven tres meses consecutivos excediendo las dotaciones máximas establecidas. Si se activa este límite, en estado de excepcionalidad, cada turista podrá consumir 115 litros al día. En estado de emergencia 1 (el activado en el sistema Ter Llobregat), el tope será de 100 litros por persona y día. Y en fase de emergencia 2 (decretada en varias localidades del Empordà), de 90 litros por persona. Hasta ahora, el Plan Especial de Sequía ya contenía un apartado donde se especificaba que las entidades titulares de derechos de aprovechamiento de agua podían dictar limitaciones de consumo para sus abonados. Esto significaba que los ayuntamientos podían llegar a multar a los vecinos que consumían muy por encima de la media, independientemente del gasto medio por persona y día de todo el municipio. Sin embargo, no se había establecido un límite numérico. Ahora, se marca este máximo, pero no para toda la ciudadanía, sino para poner cote al gasto hídrico turístico en caso de que sea excesivo. El decreto también incluirá otras medidas para luchar contra la sequía y dará margen a los ayuntamientos para que permitan la apertura de piscinas que se consideren refugios climáticos. Aún hay otras medidas pendientes de flexibilizar y el Departament d'Acció Climàtica lleva semanas trabajando para resolver estos asuntos. El consumo de agua ha disminuido casi un 9% en las poblaciones abastecidas por el sistema Ter-Llobregat en un año. En concreto, en febrero de 2023 se consumían, de media, 183 litros por persona y día en cada municipio (este gasto incluye hogares, comercios, servicios, restaurantes). Este pasado mes de febrero de 2024, se han gastado 166 litros por habitante y día de media.

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