Carta de Derechos Fundamentales

El Parlamento Europeo pide que el aborto sea un derecho fundamental

El hemiciclo del Parlamento Europeo durante el voto del pacto migratorio, este miércoles en Bruselas. / JOHN THYS / AFP

El Parlamento Europeo ha vuelto a reclamar la inclusión del derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Lo hizo en julio de 2022 en una resolución aprobada por amplia mayoría y lo ha vuelto a hacer este jueves en una moción apoyada que han respaldado socialdemócratas, liberales, verdes y la izquierda y que han rechazado la derecha y la extrema derecha. “Toda persona tiene derecho a la autonomía física y a un acceso libre, informado, pleno y universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, así como a todos los servicios sanitarios conexos, incluido el acceso a un aborto seguro y legal, sin discriminación”, señala el texto.

La moción, aprobada con 336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones, subraya que la salud y los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos fundamentales, que todas las mujeres y niñas deberían tener “plena autonomía corporal” y ejercer un “control absoluto” sobre las cuestiones relacionadas con su sexualidad y sus derechos sexuales y reproductivos, y que deben tener capacidad para “decidir libremente”, sin discriminación, coacción ni violencia.

Además, los eurodiputados condenan “el retroceso de los derechos de las mujeres y todos los intentos regresivos de restringir o eliminar las protecciones existentes”. Por ejemplo, arremeten contra el hecho de que en algunos Estados miembros el personal médico, e incluso, “instituciones médicas en su totalidad”, denieguen el aborto sobre la base de la cláusula de conciencia” que, se utiliza a menudo, “en situaciones en las que cualquier retraso pone en peligro la vida o la salud del paciente.

Llamada a Polonia y Malta

La resolución menciona concretamente el caso de Polonia y Malta, los dos países de la UE donde el aborto es un delito prohibido y está tipificado como delito. La moción insta a los gobiernos de ambos países a derogar leyes y otras medidas que los prohíben o restringen, en consonancia con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, y apuestan por eliminar y combatir todos los obstáculos para garantizar un “aborto seguro y legal”. También alertan del aumento de la financiación europea a organizaciones que trabajan contra la igualdad de género y los derechos de las mujeres, incluidos los derechos reproductivos, y urgen a la Comisión Europea a garantizar que no reciban fondos europeos.

Francia fue el pasado 4 de marzo el primer país en consagrar el derecho al aborto en su Constitución. Cambiar la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE para incluirlo, tal y como pidió hace dos años también el presidente francés, Emmanuel Macron, requeriría un acuerdo unánime de los Veintisiete. De hecho, la atención sanitaria, incluida la salud sexual y reproductiva, es una competencia nacional. El texto ha recibido el respaldo de los eurodiputados del PSOE, Podemos, Sumar, PNV, BNG, ErC, Junts y anticapitalistas mientras que han votado en contra los miembros del PP y Vox. También lo han hecho los eurodiputados de Ciudadanos, José Ramón Bauzá y Susana Solís.

Paralelamente a la moción, la Comisión Europea ha anunciado el registro de una iniciativa ciudadana titulada “mi voz, mi elección: por un aborto sin peligro y accesible”. El objetivo de los organizadores de la iniciativa, que ahora tienen seis meses de plazo para reunir el millón de firmas necesario, es invitar a Bruselas a presentar una propuesta de apoyo financiero a los Estados miembros que podrían realizar interrupciones del embarazo a cualquier persona en Europa, pero que todavía no tienen acceso a un aborto sin peligro y legal.