Álex B.G., el vecino de Bellcaire d'Empordà acusado de asesinar a su hijo de 5 años y luego intentar matar a la madre en el domicilio familiar la semana pasada apuñaló 20 veces a su pareja por todo el cuerpo y le rompió varios huesos de la cara, como la mandíbula. Por eso ella tuvo una intervención quirúrgica en el hospital Trueta, en el que sigue ingresada a consecuencia de las graves lesiones sufridas.

El Juzgado de Instrucción número 4 de la Bisbal d'Empordà investigará este nuevo caso de violencia machista. El sospechoso está en prisión provisional desde el pasado fin de semana cuando pasó a disposición judicial pero no quiso declarar. Está acusado de los delitos de asesinato y asesinato en grado de tentativa, con los agravantes de género, ensañamiento y parentesco.

Los primeros informes forenses sobre la víctima indican las graves lesiones que presuntamente ocasionó a su mujer, Astrid, cuando la atacó. La tarde anterior al crimen, el 2 de abril, el sospechoso estuvo consumiendo durante tres horas alcohol y cocaína, medio gramo, y después fue a casa de sus padres en Torroella de Montgrí.

Residía allí desde hacía unos días, ya que Astrid había decidido que se quería separar. Entre la 01:00 y las 03:00 horas estuvo hablando con su padre y, luego, le cogió el vehículo de empresa pese a carecer de carné de conducir. Fue detectado por cámaras a las 03:44 horas cuando se dirigía en dirección a Bellcaire d'Empordà.

El detenido explicó ante los investigadores durante la reconstrucción que entró en el domicilio familiar con sus llaves, fue a la habitación donde dormían la madre y el menor, ella le preguntó que hacía allí y él se le abalanzó con una navaja multiusos con una hoja de entre 5 y 6 centímetros.

La apuñaló hasta veinte veces en la zona cervical, una mano, una pierna, antebrazo, tórax posterior, toda la espalda y le causó un neumotórax bilateral. Así como reconoció la agresión a su pareja, no lo hizo con la del niño, pero sí que detalló que, tras abandonar la vivienda, al pasar frente la entrada vio a la mujer sentada y volvió para arrastrarla por un pie hasta la cocina y golpearla con una estructura metálica, lo que le provocó la rotura de varios huesos de la cara como el maxilar y el pómulo derecho.

Según las imágenes de las cámaras, que le captaron volviendo a Torroella de Montgrí a las 04:22 horas, el ataque duró unos veinte minutos y no fue hasta más de una hora después, a las 05:45, cuando ella consiguió salir y pedir ayuda al vecino de enfrente, que llamó al teléfono de emergencias.

Al detenerle, les dijo a los Mossos d'Esquadra que se le había "ido la cabeza" y que había tirado el arma del crimen en un campo, aunque al registrarlo le encontraron la navaja suiza ensangrentada todavía en el llavero.

Los investigadores están a la espera de tomar declaración a Astrid, que evoluciona favorablemente dentro de la gravedad en el hospital Trueta de Girona.