El 50% de las fincas de Catalunya suspenden la inspección técnica de edificios por deficiencias importantes o graves

Las tragedias de València y Badalona han sobrecogido a la sociedad. Por la pérdida de 14 vidas humanas, pero también por la proximidad y por una vulnerabilidad quizás nunca sentida. Mi piso está impecable, ¿pero cómo está la finca en la que vivo más allá del rellano? Eso siempre se ha dejado en manos del administrador, ese profesional que tanto habla con el del ascensor como gestiona una subvención para arreglar la fachada. "Nos falta cultura de la rehabilitación", resume la directora de la Agència de l'Habitatge de Catalunya, Sílvia Grau. Prueba de ello son las inspecciones técnicas de edificios (ITE) reguladas por un decreto del Govern que entró en vigor a finales de 2015. Desde entonces se han realizado casi 90.000 revisiones de inmuebles, y en casi el 50% de los casos se han encontrado incidencias importantes, graves o muy graves. Si atendemos a las cifras sin contexto, podríamos concluir que solo el 12% de las fincas superan la ITE. Son las que pasan el examen sin ninguna deficiencia detectada. ¿Pocas? Si se tiene en cuenta que la inspección se pasa a partir de que el edificio tiene 45 años de edad, no encontrar absolutamente nada malo podría considerarse un milagro. Las que presentan problemas leves (pintura que se cae, por ejemplo) son otro 39,24%. Las de carácter importante -no hay riesgo inminente, pero hay que intervenir, como una grieta en el rebozado de una pared que puede acabar cediendo con el tiempo- son el 33,10%. Solo en un 5% de los casos, los expertos han detectado incidencias graves o muy graves, o lo que es lo mismo: hay riesgo para las personas o los bienes y hay que intervenir. Son unas 4.500 fincas en algo más de ocho años; no son pocas, es cierto. Pero son las menos. Hay otro 9% a las que también se les ha denegado la aptitud y que se incluyen en la categoría de deficiencias importantes, graves y muy graves. "La mayoría de edificios no hacen nada hasta que algo se rompe. No debería sorprender que el porcentaje de los que no pasan la ITE sea tan alto" Alberto Izquierdo Colegio de Administradores de Fincas Prevención Alberto Izquierdo, secretario del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida, aporta la experiencia del contacto constante con las comunidades de vecinos. "La mayoría de los edificios no hacen nada hasta que algo se rompe. No debería sorprendernos que el porcentaje de los que no pasan la ITE sea tan alto". Echa de menos "cultura de la conservación y el mantenimiento preventivo", y asegura que, con el informe desfavorable, casi todos reaccionan y se ponen las pilas con las reparaciones. Los casos de València y Badalona parecen haber cambiado algo en la sociedad. Explica Izquierdo que la despreocupación está abriendo paso a las dudas. "La gente está empezando a consultar a su administrador". Le trasladan su inquietud con el objetivo de garantizar la máxima seguridad en su comunidad. Les preguntan cómo está el edificio. Pero quizás lo que se debería exponer, y ahí radica el cambio cultural del que hablan los expertos, es 'qué podemos hacer para que el inmueble en el que vivimos sea más seguro'. "A las comunidades de vecinos les cuesta ponerse de acuerdo para realizar una rehabilitación, tenemos que insistir para vean que ese mantenimiento es fundamental" Sílvia Grau Directora de la Agencia Catalana de l'Habitatge Francesc Sutrias, secretari de Territori, Urbanisme i Agenda Urbana, lo resume así en conversación con este diario: "La gente tiene que ser consciente de que su casa no es su piso; es su edificio, dentro del cual hay elementos privativos. Lo que le pase a su edificio le pasará a su vivienda, le pasará a ellos". La directora de la Agència de l'Habitatge de Catalunya opina en un sentido muy similar: "A las comunidades de vecinos les mucho ponerse de acuerdo para realizar una rehabilitación, tenemos que insistir para que se den cuenta de que es mantenimiento es fundamental". Vulnerabilidad Celestí Ventura, presidente del Colegio de la Aquitectura Técnica de Barcelona, hace referencia a los hogares con menos recursos. "Si pudiéramos hacer un mapa de las ITE no superadas, seguramente nos saldrían muchas zonas vulnerables social y económicamente. Pasa a menudo que no pasan la inspección edificios en los que vive gente que no puede llegar a fin de mes. Por mucho que se les reclame, ¿cómo van a pagar algo que de ninguna manera pueden financiar?". Para estos casos, Ventura receta "ayudas y sensibilización", y que incluso la propia ITE, cuando se cumplan una serie de requisitos, "también esté subvencionada por la Generalitat", algo que, por ahora, no está previsto, sostiene Grau. La Agència de l'Habitatge de Catalunya no ha detectado zonas especialmente preocupantes, pero sí hay décadas más peliagudas que otras. "Solemos encontrar más problemas en los edificios construidos entre los años 50 y 70". ¿Y cuáles son las patologías más habitales? "Básicamente -prosigue Grau- todo lo que tiene que ver con las fachadas y la cubierta superior del edificio, las zonas más expuestas al sol, la lluvia o el viento". Escasas sanciones Una vez realizado el informe, son los ayuntamientos los que controlan que se lleven a cabo las mejoras necesarias, si es menester. La cosa varía mucho en función del municipio, "pero la vocación no es sancionar", sostiene Grau. Donde se pone el acento, sobre todo, es en las incidencias muy graves, que son las que llevan asidas medidas cautelares, como una lona para evitar que caigan fragmentos de edificio a la vía pública. Una vez superadas las rehabilitaciones, la próxima ITE volverá al cabo de 10 años, para los que pasaron limpios o casi limpios la inspección; seis años, para las deficiencias importantes ya superadas, y tres años, para el caso de los problemas graves y muy graves solventados. El parque de viviendas, según relata la Agència de l'Habitatge de Catalunya en un informe presentado hace escasas semanas, se está quedando anticuado. Dice así: "En toda Catalunya, el parque de viviendas está muy envejecido, hasta tal punto que podríamos afirmar que muchos edificios ya han superado su vida útil". De la rehabilitación a la reconstrucción. Eso será otra pantalla.

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