Los arrestaron tras constatar su estado de nerviosismo y por las incongruencias sobre el motivo de su viaje a España. Acababan de llegar al aeropuerto de Barcelona en tres vuelos diferentes procedentes de Brasil, Perú y Colombia de los que la Policía considera como "aviones calientes", ya que pueden viajar los denominados 'mulas', personas que llevan escondida droga en su cuerpo para evitar el control.
Ante las sospechas los agentes inspeccionaron su equipaje y les hicieron radiografías. Encontraron que un sospechoso se había tragado 100 bellotas de cocaína, otro 85 y el tercero 50.
Un control policial, de los que se hacen a diario de forma aleatoria en el aeropuerto, detectó a los tres sospechosos y en la entrevista que les hicieron los agentes notaron que respondían con una serie de incongruencias y con nerviosismo. Por eso, consideraron que podrían ser mulas y examinaron sus pertenencias.
Al no encontrar nada en sus equipajes en el servicio de Aduanas se les hizo una radiografía en el mismo aeropuerto y se comprobó que dentro del cuerpo llevaban posibles cápsulas de sustancia estupefaciente.
Por eso, se trasladaron al hospital de Bellvitge para que expulsaran estas llamadas bellotas, que llevaban cocaína de alta pureza en su interior. Los agentes los detuvieron por tráfico de droga y los pusieron a disposición del Juzgado de Guardia de El Prat de Llobregat.