Un nuevo estudio cuestiona la orientación en la ESO: "¿Por qué a un buen estudiante se le manda siempre a Bachillerato?

Más allá del seísmo que han provocado los resultados del último informe PISA, uno de los frentes del sistema educativo es el abandono escolar temprano, un fenómeno multicausal estrechamente ligado a la falta de orientación. Hay consenso en la necesidad imperiosa de "más y mejor orientación", apunta Aina Tarabini, profesora del Departamento de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y experta en el asunto, quien advierte de que el modelo actual confunde la orientación con información y es muy finalista. La socióloga Aina Tarabini urge a ayudar al alumnado a "entender quién es y qué opciones tiene" para reducir el abandono escolar "La orientación que se ofrece hoy en los institutos está pensada solo para los que tienen problemas", prosigue la socióloga, quien propone un modelo más amplio que no actúe solo sobre quien no sabe qué hacer. A ojos de Tarabini, la orientación debería suponer "un acompañamiento que te ayude a entender quién eres y qué opciones tienes". Deberíamos aplicar un modelo más amplio de orientación que no actúe solo sobre quien no sabe qué hacer Aina Tarabini Socióloga Tarabini es la investigadora que ha coordinado del proyecto EDUPOST16, que analiza y compara los factores que condicionan las oportunidades educativas post-16 en entornos urbanos (Madrid y Barcelona); es decir, la transición entre la ESO y otros estudios. Después de cuatro años de entrevistas a jóvenes, docentes y familias, tiene bastantes cosas claras. La primera es que la orientación es fundamental, pero no actúa en la nada. "Si yo te oriento hacia un ciclo formativo al que no podrás entrar porque no hay oferta pública, al final lo que acabaré haciendo es gestionando la frustación", asegura la investigadora, que apunta la necesidad urgente de ampliar las plazas públicas de FP. Las conclusiones de esta nueva investigación coordinada por Tarabini -que en breve la Fundació Bofill publicará en formato libro- apuntan también a la necesidad de cambiar las creencias docentes. "Dentro de los institutos sigue muy vigente la creencia de que el Bachillerato es para los listos y la Formación Profesional para los que no son, y ese mensaje se les trasmite a los niños y mina su autoestima. ¿Por qué a un buen alumno se le recomienda siempre hacer un Bachillerato científico?", se pregunta la investigadora, quien celebra que la mirada hacia la FP de grado superior sí ha cambiado -a bien-. Advierte de que la asignatura pendiente ahora es cambiar la mirada hacia la FP de grado medio. La socióloga valora también el hecho de que la orientación y el abandono escolar temprano estén en la agenda política: "Vamos tarde, pero es una buena noticia". De hecho estas son dos de las cinco prioridades que la consellera de Educació, Anna Simó, puso sobre la mesa en su primera reunión con la ministra Pilar Alegría celebrada el pasado 28 de diciembre. Puesto en valor el grado superior de la FP, ahora la asignatura es impulsar los grados medios La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible incluye el objetivo de reducir el abandono escolar prematuro en Europa del 9,6% actual al 9%. Sin embargo, España todavía está lejos, con una tasa del 13,9% (y Catalunya del 16,9%). Pese a eso, desde 2012 la tasa de abandono escolar prematuro en España se ha reducido casi 11 puntos, pasando del 24,7% al 13,9%. FP y las empresas A Nacho Sequeira, director de la Fundació Èxit, organización que lleva años tendiendo puentes entre el mundo educativo y el empresarial para reducir el abandono escolar temprano, se le quedó grabada una frase de un empresario alemán en una de las muchas jornadas sobre FP dual en las que ha participado. Este decía que si todas las empresas se dedican a formar a un joven, todas tendrán a un trabajador preparado. A lo mejor los jóvenes no se quedarán en la empresa que les ha formado, pero no habrá escasez de talento. La FP pide a las empresas implicación con la formación del alumnado: "Si quieren mano de obra especializada tienen que colaborar" "En cambio, en nuestro país, muchas empresas son reacias a invertir en formación y prefieren competir luego en salarios; y el resultado es que compiten por un talento escaso, ya que perdemos a jóvenes por el camino, desencantados por no poder tener una formación más práctica en las propias empresas", apunta. Ese es el mensaje que Sequeira intenta transmitir a diario durante la búsqueda de empresas para acoger a estudiantes de PFI [FP dirigida al alumnado de entre 16 y 21 años que no ha finalizado la ESO] y FP Básica. "Si alguien necesita tener una buena experiencia en la empresa son estos jóvenes, que no tienen referentes; estas prácticas son muy importantes para ellos para que tengan una motivación para seguir estudiando", añade poniendo sobre la mesa las dificultades que tienen para encontrar empresas que den una oportunidad a jóvenes de estos perfiles, sobre todo tras la entrada en vigor de la nueva ley, que hace que las empresas tengan que cotizar por ello. Igual que pasa con los resultados de PISA, los índices de abandono educativo temprano -de un 16,9% en Catalunya, muy por encima tanto de la media española (13,9%) como de la europea (9,3%)- se duplican tanto en el caso de familias con bajos ingresos, como en jóvenes de origen migrante. Los índices de abandono escolar temprano (un 16,9% en Catalunya) se duplican en las familias con bajos ingresos Jesús Martín, responsable en Catalunya de la Formación Profesional de la UGT apunta que "el mundo empresarial tiene que entender que, si no colaboran, no tendrán a gente formada", asegura apelando a la corresponsabilidad de las empresas. Tanto Sequeira como Martín coinciden en que la posibilidad de tener una buena experiencia en el primer contacto con el mundo empresarial es clave para motivar al alumnado más vulnerable de la FP de grado medio y básico para que siga sus estudios, Juan Carlos Bondia, vicepresidente de la Asociación Red de profesorado de formación profesional, recuerda por su parte que la Agència Pública de Formació i Qualificació Professionals de Catalunya plantea también la necesidad de modificar la estructura de la calificación profesional, que hoy por hoy está compuesta por un 36,3% de trabajadores sin formación y solo un 21,3% con formación intermedia; mientras, según la agencia, lo ideal sería que estos fueran entre el 45% y 50%.

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