Brecha digital

El móvil también pone patas arriba la tercera edad: "No somos inútiles, pero el diseño nos excluye"

Las personas mayores denuncian que los dispositivos están pensados para usuarios jóvenes, lo que a menudo les provoca ansiedad y frustración

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El diseño de los smartphone causa ansiedad y frustración entre un grueso del colectivo de gente mayor. / Ricard Cugat

“Hace seis años que tengo móvil y he aprendido a usarlo por mi cuenta. Me mandan fotos, leo noticias y le pido a Google que me ponga música”, afirma Asunción Pulido, de 86 años. Llorenç Guasch, de 74 años, se defiende con destreza y Loli Hurtado, de 92, aún se enreda, admite, demasiado a menudo. Como todas las franjas de edad, las personas mayores son un grupo extremadamente heterogéneo –también en su relación con el móvil–, pero el sentir general es que los dispositivos, apreciados en tanto en cuanto los conectan con el mundo, no están diseñados pensando en ellos.