En emergencia por sequía

Los jardineros exigen seguir regando para salvar las zonas verdes públicas y privadas

Riego en un jardín de Barcelona. / RICARD CUGAT

La sequía obliga a reducir el riego en las zonas verdes de pueblos y ciudades. Esta restricción abre una brecha entre la difícil gestión del agua y la mitigación del cambio climático. Está demostrado que ciertas áreas verdes, con flora autóctona plantada, ayudan a frenar las olas de calor y actúan como refugios frente a las altas temperaturas. Además, durante la pandemia se evidenció la importancia de estos espacios para la salud física y mental. ¿Quién no agradece tener una área llena de árboles, arbustos y pájaros a pocos minutos de casa?