El pasado viernes por la mañana, víspera de Reyes, Ramon Rosell acudió a su finca en Vilanova de la Barca (Lleida), localidad en la que residía, para podar los árboles frutales que tenía. Sin embargo, tardó en volver a su casa y por eso su mujer, que lo esperaba para comer, acudió a buscarlo. Al llegar a los campos de cultivo se lo encontró mal herido en el suelo y con sangre en la cabeza por lo que alertó a los servicios de emergencia que no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Ramon Rosell, de 84 años, murió en su finca.