Una mujer de Girona de 36 años, que prefiere mantener el anonimato, ha decidido ser madre en régimen de copaternidad. "Yo lo que quería era ser madre, pero para una mujer sola es muy difícil y muy caro, y me preocupaba pensar en lo que pasaría con mi hijo si a mí me pasaba algo", explica. Además, "tuve un desengaño amoroso que me dejó muy tocada y he dejado de creer en el amor", confiesa. Un día, vio un anuncio en Instagram que le cambió la vida. "Conocí a la empresa Copaternidad, contacté y me pusieron en contacto con un chico", recuerda. "Y enseguida nos entendimos", celebra. "No me importaba el aspecto físico, solo quería que fuera buena persona", asegura. Hace ya un año que se están conociendo y "en los próximos meses empezaremos a intentarlo", asegura. De entrada, descarta los tratamientos de reproducción asistida por el elevado coste económico y apuesta por el "método casero".