Los Mossos d'Esquadra detienen a un hombre que cometió 21 robos en varias tiendas de Barcelona. El hombre acumula ya 68 antecedentes, 30 de los cuales ha cometido a lo largo de este último año. Sobre todo, robaba en hoteles, restaurantes, farmacias y también en algunas casas. Actuó en Ciutat Vella y el Eixample entre los meses de junio y septiembre de este año.

Para delinquir siempre seguía el mismo patrón: intentaba pasar desapercibido cuando accedía a los establecimientos y se aseguraba de que nadie lo vigilaba. Luego, forzaba puertas secundarias para entrar en zonas reservadas. Una vez dentro, buscaba los objetos de valor y el dinero para llevárselo. Cuando las tiendas o los comercios estaban cerrados, forzaba las puertas correderas y rompía persianas o cerraduras, si era necesario.

A menudo conseguía robar llaves, mientras los trabajadores atendían a los clientes. Después las usaba para abrir cajas fuertes o para entrar en el establecimiento cuando cerraba sin levantar sospechas.

Múltiple reincidencia

El ladrón cambiaba su método cuando entraba en pisos o habitaciones de hoteles. En estos casos, solía escalar por la fachada o saltaba de un edificio al otro a través de las zonas comunitarias. Así, conseguía acceder a las terrazas y forzaba las puertas para acceder a los interiores. En dos de los robos, fue sorprendido por los residentes y tuvo que huir.

Sustraía aparatos electrónicos como móviles, cámaras de vídeo o fotografía, tablets, ordenadores portátiles o relojes de lujo. Después de una investigación, los Mossos relacionaron a este hombre con un total de 21 robos cometidos en Ciutat Vella.