La noticia llegó a principio de curso y no sentó precisamente bien: los ordenadores para primero de ESO en los no pocos centros educativos catalanes que todavía no disponían de ellos no llegarían antes del tercer trimestre del curso 23-24. La previsión para los institutos que apostaron por Windows [los que optaron por la opción Chromebook han corrido mejor suerte] es que los recibirán en mayo de 2024. A este escenario, se ha sumado ahora otra notificación de la Coordinación Digital del Departament d'Educació: no suplirán, tampoco, los ordenadores estropeados. Es decir, el alumno al que le falle el portátil tendrá que seguir todo el curso sin él. Así se les comunicó a los centros y estos lo comunicaron a las familias, que han recibido con más o menos resignación la información de que si a sus hijos les falla el portátil, se quedarán sin ellos. Se les asegurará seguir su aprendizaje en papel.