'Ja som 8 milions': Catalunya alcanza el récord de población por el empuje de la inmigración

Muy atrás ha quedado aquella vieja campaña de la etapa de Jordi Pujol que en 1987 decía, con orgullo y autoafirmación, 'Som 6 milions'. Treinta y seis años después, la población catalana ha aumentado un 33%. De hecho, si se mantiene el ritmo de llegadas de inmigrantes, los demógrafos calculan que la cifra redonda de ocho millones de personas se podría alcanzar justo este fin de semana. En concreto, este domingo. "Conocemos con bastante certeza cuántos niños van a nacer y cuánta gente va a morir. Lo que no sabemos son las llegadas de inmigrantes. Sin embargo, si se proyecta el ritmo de 2022, la cifra se superaría este mes. Determinar con exactitud el día y la hora es imposible pero, haciendo un cálculo, podría ser este domingo", explica Albert Esteve, director del Centro de Estudios Demográficos de la UAB. Desde que se inició el siglo XXI, se han instalado en Catalunya más de un millón de inmigrantes El crecimiento de la población viene motivado, por tanto, por la llegada de extranjeros, dado que Catalunya perdería población si solo se tuvieran en cuenta los nacimientos y las muertes. "Si no llegaran extranjeros, se pararía la población", ratifica Esteve. El incremento poblacional es una señal, por tanto, de que Catalunya "seduce a los extranjeros", aunque "hay zonas que pierden población mientras otras solo reciben un tipo de inmigrantes y otras acogen a otros perfiles... La situación es heterogénea", aclara el director del Centro de Estudios Demográficos. Barcelona, el polo de atracción En este contexto, Julio Pérez Díaz, sociólogo y científico del CSIC, añade que Catalunya tiene la "anomalía" de que más de la mitad de la población (más del 65%) vive en Barcelona y su entorno, el "núcleo de atracción" desde hace más de un siglo. Pérez recuerda que incluso cuando España era en su conjunto un país de emigrantes, hasta finales del siglo XX, Barcelona ya atraía a personas de otras partes de España o del extranjero. Esto provoca que la capital catalana sea, a su juicio, "absolutamente cosmopolita", lo que también entraña retos. Si durante el franquismo Catalunya creció casi en dos millones y medio de habitantes gracias a ciudadanos procedentes de otras partes de España, desde la década de los 2000, atraídos por el 'boom' de la construcción, la mayor parte de las llegadas son de extranjeros. Desde que se inició el siglo se han instalado en Catalunya más de un millón de inmigrantes, lo que sitúa a la comunidad, con un crecimiento del 3,4 por mil, por encima del promedio español y europeo. Poco más del 60% de habitantes han nacido en Catalunya, un 15% son de otras comunidades autónomas y en torno a un 20% es de origen extranjero Ello provoca que, en la actualidad, poco más del 60% de catalanes hayan nacido en Catalunya (4,9 millones, según los datos de 1 de enero de 2022). Un 15% son de otras comunidades (1,1 millones) y en torno a un 20% es de origen extranjero (1,6 millones). Las llegadas, añade Pérez, "van a seguir ocurriendo", por lo que "una política adecuada consiste en prepararse, hacer un esfuerzo de integración y evitar las ideologías racistas". Coincide con él Esteve, quien señala que uno de los retos futuros de los poderes públicos es la "cohesión social" e integrar a los inmigrantes que lleguen en el mercado laboral, la educación, la sanidad y los derechos de ciudadanía. Envejecimiento La llegada de inmigrantes rejuvenece la población pero, aun así, el grupo más numeroso de habitantes está conformado por personas de entre 40 y 60 años. "La población camina hacia un nivel de envejecimiento alto, que se incrementará en el futuro con la llegada de generaciones numerosas" a la tercera edad, según interpreta Esteve. Ante ello, otro de los retos poblacionales es incrementar los servicios proporcionados a las personas mayores, adaptar el sistema de salud a la cronicidad y aumentar los apoyos a la dependencia. Por último, otro de los retos hace referencia a la baja fecundidad. "Existe la paradoja de que tenemos más población pero cada vez hay menos niños, porque los inmigrantes tampoco tienen tasas de fecundidad elevadas", señala el director del Centro de Estudios Demográficos de la UAB. No obstante, desde el CSIC, Pérez avisa de que la llamada crisis de la natalidad no se soluciona con "políticas para fomentar la natalidad patria" que defienden las extremas derechas, porque los padres de hoy día "tienen pretensiones altas" y quieren que sus hijos cuenten con una gran calidad de vida, todas las necesidades cubiertas y destaquen. En su opinión, hay que hacer "políticas sociales" para ayudar a las personas que quieren tener hijos, pero teniendo claro que eso "no mejorará la natalidad".

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