Restricciones de agua

La vigilancia con drones de piscinas y jardines por la sequía pone en jaque el derecho a la intimidad

Vista aérea de un vecindario de Sant Cugat del Vallès, el municipio catalán con más piscinas. / CLAIRE LOUIS

Vigilar que los vecinos no llenen piscinas o rieguen sus jardines en pleno escenario de sequía recae sobre el tejado de los ayuntamientos. Los consistorios son quienes deben hacer cumplir las restricciones y, especialmente los que el miércoles entraron en estado de emergencia, ya han criticado a la Generalitat por convertirlos en 'policías del agua' sin dotarlos de recursos. ¿Cómo hacerlo? Algunos municipios, como Begur, vigilan los registros de los contadores. Otros -es el caso de Vilanova i la Geltrú- han reducido la presión del agua por la noche como medida colectiva de ahorro. Y Calafell ha abierto una nueva y polémica vía a la que podrían sumarse nuevos consistorios apremiados por sus nuevas obligaciones: la vigilancia con drones para comprobar que los vecinos cumplen con las medidas antisequía.