Salud

La mala alimentación afecta a la salud reproductiva femenina y masculina

Una de cada seis personas sufre infertilidad a lo largo de su vida

Los expertos recomiendan tomar nutrientes ricos en omega 3, folato y vitaminas D y E

Iraya Trujillo, dietista especializada en Salud Hormonal y Fertilidad.

Yanira Martín

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La mala alimentación puede tener repercusiones negativas en la salud reproductiva de los hombres y las mujeres. Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado abril, en la actualidad, la infertilidad afecta a una de cada seis personas a lo largo de su vida. En muchos casos, los factores que interfieren no son modificables. En otros, en cambio, es posible emprender acciones para resolver el problema. Algunos ejemplos comunes entre ambos sexos los ponen el estrés, las dietas insalubres, el exceso de grasa y el sedentarismo. "El abordaje dietético-higiénico es una intervención no invasiva y potencialmente efectiva para mejorar los resultados de la fertilidad. Hoy en día, las dietas se caracterizan por un elevado consumo de alimentos ultraprocesados, con alto contenido en grasas trans, un elevado índice glucémico y una baja ingesta de fibra dietética", valora Iraya Trujillo, dietista especializada en Salud Hormonal y Fertilidad en La Minilla Centro Médico.

Todo esto crea un ambiente proinflamatorio que causa un gran impacto en la calidad de los ovocitos y los espermatozoides. "En el caso de la fertilidad femenina, es recomendable hacer una planificación consciente del embarazo con tres meses de antelación como mínimo para garantizar la calidad del folículo ovárico que se encuentra en desarrollo", advierte la experta. En este sentido, la profesional recomienda priorizar la ingesta de folatos –ácido fólico–, una vitamina hidrosoluble que ayuda a prevenir los posibles defectos del tubo neural del feto y que puede aumentar las probabilidades de lograr el embarazo. "Los folatos están presentes en las verduras de hojas verdes, los frijoles, las nueces, los plátanos y las naranjas", informa Trujillo. 

La vitamina D también juega un papel esencial, pues el déficit de este nutriente afecta a la fertilidad y a la implantación del embrión. Ahora bien, ¿cómo se puede obtener esta sustancia? Principalmente, a través de la exposición al sol. "Se encuentra en menor cantidad en el salmón, la yema de los huevos y los champiñones", anota la especialista del citado centro de la capital grancanaria. "También es muy importante mantener unos niveles adecuados de vitamina E y vitamina C. La primera se encuentra en las semillas de girasol, las almendras, los piñones, el aguacate y la calabaza. La segunda, en kiwis, tomates, brócoli, pimientos y frutas cítricas", agrega. 

"El abordaje dietético-higiénico es una intervención no invasiva y efectiva", dice Trujillo

Otro nutriente importante es el omega 3. De hecho, hay estudios que avalan su capacidad para prevenir la hipertensión gestacional, el riesgo de partos prematuros y mejorar el desarrollo neurocognitivo y visual. Las semillas de chía y lino, el pescado azul de talla pequeña –para evitar ingerir altas concentraciones de mercurio–, las nueces y el aceite de oliva virgen extra son algunos de los productos muy ricos en esta sustancia. Al listado se suma el zinc, pues interfiere directamente en la maduración de los ovocitos. Este oligoelemento está presente en los lácteos, los cereales integrales, las carnes rojas, los garbanzos, las ostras y las almendras. 

Los varones que deseen tener hijos, también deben planificar la búsqueda del embarazo con tres meses de antelación y sus necesidades nutricionales son muy similares a las de las mujeres. En este sentido, es importante apostar por alimentos ricos en folatos y con propiedades antioxidantes como las vitaminas D y E. "Los folatos podrían ayudar a mejorar la calidad del esperma y reducen el riesgo de anomalías cromosómicas, mientras que las vitaminas ayudan a proteger el esperma del daño causado por radicales libres", aclara Iraya Trujillo. Asimismo, los alimentos ricos en omega 3 pueden mejorar la calidad y la movilidad de los espermatozoides, si bien aquellos con alto contenido en zinc son esenciales para la producción de espermatozoides sanos. "En el caso de los hombres, hay que incluir el licopeno por su capacidad para aumentar la calidad del esperma. Este antioxidante se encuentra en los tomates y la sandía, por ejemplo", dice la dietista. 

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El seguimiento de una dieta sana y equilibrada es clave. No obstante, además de esto, es fundamental acudir a las consultas de los profesionales para valorar la capacidad que tiene cada sujeto para absorber las propiedades de los nutrientes."De esta forma, podemos determinar si es necesario incluir suplementos en la dieta o suprimir otros que el paciente está tomando por cuenta propia", remarca Trujillo. 

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