Educación en Catalunya

Familias y pediatras reclaman que los adolescentes entren más tarde a clase por la mañana

También plantean la necesidad de impulsar los comedores escolares en la ESO por una cuestión de salud pública

Adolescentes a la salida del instituto Vila de Gràcia, en Barcelona, el viernes a las tres de la tarda. / MANU MITRU

El consenso absoluto es prácticamente imposible, sobre todo cuando se tocan temas que afectan tan directamente a la vida de las personas, pero la idea de que los horarios escolares actuales de los adolescentes no favorecen su salud es generalizada; cuando menos entre familias y pediatras. Lo dice la ciencia. Hacer entrar a los chicos de 13, 14 o 15 años al instituto a las ocho de la mañana (o incluso antes), impartir seis horas de clase prácticamente seguidas y no llegar a comer a casa, en el mejor de los casos, hasta las tres de la tarde (a veces, en función de la distancia a la que se encuentre el centro, a las cuatro), es, desde un punto de vista estrictamente médico, absolutamente desaconsejable, y obliga a un replanteamiento como sociedad.