Pederastia en la iglesia

Más de 200 exalumnos del colegio Jesuïtes de Casp exigen "transparencia" ante los casos de abusos

La gestión de las acusaciones contra Francesc Peris, anteriores a la decisión de apartarlo en 2005, indignan a los exestudiantes

Edificio de los jesuitas en la calle de Casp de Barcelona, donde estaba el colegio Kostka en los años 70, antes de ser trasladado a Gràcia.

Un total de 234 exalumnos del colegio Jesuïtes de Casp de Barcelona han firmado una carta dirigida al centro en la que piden a sus responsables "más transparencia" sobre la información que tenían acerca de los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Francesc Peris –que estuvo en el colegio jesuita entre la década de los 70 y el año 2005– y también acerca de cómo gestionaron cada una de las acusaciones que recibieron sobre su conducta.

Jordi Nomdedeu, uno de los exalumnos, denuncia que el hecho de que el colegio tuvieran indicios, o incluso denuncias, de los abusos de Peris significa también que sus responsables expusieron conscientemente a centenares de menores a sufrir su pederastia.

En la carta, que esos 234 estudiantes han hecho llegar al colegio Casp, se denuncia también que "no se ha producido un posicionamiento firme y público de condena por parte de la institución y en particular del Colegio Casp". Tras publicar 'El País' que Peris abusó de niñas –siempre eran niñas– en los 70, que fue enviado a Bolivia en 1983 –donde abusó de al menos otra menor– y que regresó al colegio de la calle Casp –donde siguió abusando de más niñas–, la compañía Jesuïtes Educació, que representa a las ocho escuelas de la orden en Catalunya, envió un notificado "falto de contundencia" y demasiado "tibio", a juicio de los firmantes.

El Superior Provincial de la Compañía de Jesús, la orden de los jesuitas en España, abrió la semana pasada una investigación sobre Peris, al que finalmente se apartó de cualquier contacto con alumnos en 2005 por una "conducta impropia" con una alumna del centro de la calle Casp.

En la misiva a los jesuitas, los exestudiantes critican asimismo que, según denuncia 'El País', la compañía se haya negado "a dar información sobre Peris y su traslado al país andino".

"Como antiguos alumnos sentimos una profunda indignación y consideramos de extrema gravedad que la Compañía de Jesús no haya actuado de forma decidida para facilitar la investigación a los medios y para denunciar y reparar, en la medida de lo posible, a las víctimas en el caso que nos ocupa", añaden los firmantes.

"La frontera era muy fina"

Nomdedeu, uno de los firmantes, ha explicado que Peris era el sacerdote que impartía educación sexual, el "cura más enrollado", con el que "montábamos muchas actividades como sesiones de relajación con masajes" y que "con la perspectiva del tiempo vemos que tenían un componente sexual para él", ha relatado el exalumno.

Unos abusos que se mueven en una zona "gris" más confusa que los más explícitos. "Desde fuera, en aquellos momentos no se podían valorar bien los hechos" ya que "la frontera era muy fina" y "había muchas familias que defendían la manera de hacer" del jesuita pero que ahora "a la luz de lo hechos, lamentan haberlo apoyado". Todo lo que ha salido "nos toca mucho emocionalmente" y "estamos extrañados".

Peticiones

"Bajo ningún concepto podrá considerarse como respuesta válida y suficiente lamentar los hechos sin condenarlos, hacer comunicados de carácter meramente interno, proteger la identidad del agresor y obviar los mecanismos de denuncia por la vía judicial", reza la carta enviada al colegio.

Por ello, en el texto, los exalumnos piden al colegio y a la institución que emitan un comunicado público de condena y rechazo a los hechos investigados y publicados, "como primera medida de asunción de responsabilidad por parte de la institución". Otra de las peticiones es una investigación interna para conocer si los distintos traslados de centro de Peris estuvieron motivados por denuncias de abusos.

Abusos en el Sant Ignasi

EL PERIÓDICO destapó en 2019 los abusos sexuales silenciados en otro colegio jesuita de Barcelona, el Sant Ignasi en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, una investigación periodística que comenzó con la denuncia de los hermanos De La Mata y que se saldó con denuncias policiales contra cuatro sacerdotes: Lluís Tó, Pere Sala, Antoni Roigé y Josep Antoni Garí.

La comisión de los Jesuitas de Catalunya, activada a raíz de las informaciones de este diario, recibió 19 mensajes que señalaron a otros tres sacerdotes jesuitas más, cuyos nombres no trascendieron.

Según un informe interno de los jesuitas en España, hasta 2021 constan abusos sufridos por 81 menores escolarizados en sus centros españoles entre 1927 y 2020.