Un 25% del agua que consume el área de Barcelona ya es regenerada

Regenerar agua residual es la solución más sostenible para hacer frente a las sequías. Es lo que defienden responsables de la empresa Aigües de Barcelona. Consideran que llegó el momento de eliminar tabús y apostar sin tapujos por esta fuente de agua constante y fiable. "¿Para beberla en casa?", se preguntarán algunos. De forma indirecta, sí. En estos momentos, el 25% del origen del agua con la que Aigües de Barcelona abastece a más de tres millones de personas ya es la regeneración. En California se inició un proyecto poder potabilizar agua regenerada directamente El agua residual de la depuradora de El Prat de Llobregat recibe un tratamiento en la estación regeneradora (ERA) y se bombea río arriba, hasta Sant Joan Despí. Ahí, se mezcla con el agua del río y, más abajo, la capta una estación potabilizadora. En realidad, gran parte del actual caudal del Llobregat depende de esta aportación. Lo mismo ocurre cuando el agua regenerada se usa para recargar acuíferos. Si después se potabiliza el agua de estos acuíferos, se estará bebiendo agua regenerada. ¿Beberla directamente? ¿Pero se puede potabilizar directamente, cuando el agua sale de la estación regeneradora? De momento, no. El real decreto que regula los usos del agua regenerado prohíbe lo que se llama "regeneración directa". Es decir, se tiene que mezclar con el agua del acuífero o con el caudal del río. Esto, de forma no planificada, ya se hacía: cuando se capta agua del río que procede de depuradoras, en el fondo se está usando agua regenerada. La diferencia es que cuando hay una ERA se aplica un tratamiento terciario que mejora aún más la calidad del agua. Sin embargo, hay países que ya potabilizan directamente el agua que sale de las ERA y la beben. "En California, con un clima parecido al nuestro, se inició un proyecto para cambiar esta norma y utilizarla de forma directa", detalla Ignacio Escudero, responsable de sequía de Aigües de Barcelona. Opina que inevitablemente, esta será la apuesta de los núcleos urbanos del arco mediterráneo, una región que sufre estrés hídrico cíclico. "No es que sea nuestra solución, es el futuro", sentencia. Ríos de calidad Si esto fuese una realidad, aseguran desde la empresa, se tendría que garantizar que la calidad del agua que sale de las depuradoras es máxima: "Hay que creer en ello y cambiar de paradigma. ¿Queremos que las depuradoras solo cumplan con los mínimos exigidos para verter el agua al río? ¿O realmente nos proponemos que de estas plantas salga agua prepotable?". El 25% del agua que Aigües de Barcelona suministra a más de tres millones de personas ya es regenerada Si esto ocurriera, en un futuro, la calidad ambiental de los ríos mejoraría, ya que el agua que se añadiría a los caudales sería prepotable (saldría de una ERA y estaría lista para potabilizar). "Los beneficios serían múltiples", apuntan desde la compañía. Un cambio como este implicaría la transformación de todas las depuradoras y la proliferación de más estaciones regeneradoras pensadas para el consumo. El plan de regeneración de aguas de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) prevé la construcción de nuevas plantas para potenciar este recurso. Y Aigües de Barcelona lo espera con ansias. De hecho, la compañía considera que habría que ir un paso más lejos y copiar el modelo del Llobregat en el Besòs cuanto antes mejor. El coste energético de desalinizar es tres veces superior al de regenerar El Govern lo ha acordado con la oposición, pero todavía no hay un calendario inmediato para que el agua regenerada forme parte del caudal del Besòs. Lo que sí que estará listo en breves es la ampliación de la potabilizadora en este mismo río. Recursos repartidos "La regeneración es clave de cara al futuro, pero no se puede depender de una sola fuente", advierte Escudero. En un año normal, el consumo de agua está vinculado al clima (la mayor parte de la que se bebe procede de los ríos, los pantanos y los acuíferos). En cambio, cuando hay sequías como la actual, los porcentajes se reparten: el consumo de agua desalinizada aumenta y la regenerada también, en el caso del área de Barcelona. Desde Aigües de Barcelona destacan que el coste energético de desalinizar es tres veces superior al de regenerar. Pasa algo similar con el impacto en la huella de CO2: las emisiones que provoca el agua desalinizada duplican las de la regenerada. Aun así, hay que tener en cuenta que la mayor parte del consumo del agua es agrícola, no doméstica. Por lo tanto, acabar regando con agua regenerada sería muy útil para ahorrar recursos. Los responsables de Acción Climática de Aigües de Barcelona plantean precisamente este escenario en su plan director. La idea es conseguir que el agua regenerada llegue cada vez a más rincones y tenga más usos.

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