Uno de cada cinco barceloneses va a trabajar en coche o moto

El metro de Barcelona está batiendo récords. El pasado 21 de abril registró su máximo de pasajeros en un día laborable y el día de Sant Jordi repitió, pero en domingo. El metro enlaza esto con un mes que ya fue histórico: el marzo con más pasajeros desde que TMB tiene registros, 40,3 millones. Esta semana también se han hecho públicos los resultados de un informe del Ayuntamiento que indica que el tráfico en la capital se ha reducido un 11% entre el primer trimestre de 2015 y el de 2023. Estos datos, no obstante, hacen referencia al total de coches que circulan por Barcelona, es decir, también aquellos que entran del área metropolitana. En cambio, si miramos cómo se mueven los barceloneses, hay un patrón que no ha cambiado en la última década: cinco de cada 10 usa el vehículo privado a trabajar o estudiar, según la Encuesta de Movilidad en Día Laborable, que aporta datos desde 2011. Aun así, los datos indican que, en la última década, cinco de cada 10 desplazamientos se han realizado a pie o en bicicleta, superando a los que se realizan en transporte público (tres de cada 10) y los mencionados del transporte privado (dos de cada 10). Esta pauta solamente cambió de forma significativa durante el peor año de la pandemia (2020), cuando los desplazamientos en transporte privado se mantuvieron constantes, superando a los desplazamientos en transporte público, que se desplomaron a favor de la movilidad a pie y en bicicleta. En 2021 las tendencias volvieron a asemejarse a niveles prepandémicos, aunque las cifras del transporte público se mantuvieron por debajo de lo habitual. Barcelona, donde menos se usa el coche para ir al trabajo Sin embargo, a pesar de esta constante del vehículo privado, Barcelona es la ciudad española de más de medio millón de habitantes donde menos se usa el coche en los desplazamientos para ir al trabajo o al centro de estudio. Así lo indican los datos de la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas (2021) del Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales uno de cada cuatro barceloneses se desplaza en coche (24,2%), una cifra mucho más baja que la registrada en Madrid (40,2%), València (48,2%) o Málaga (55,9%). A diferencia de la encuesta catalana, la del INE separa el coche de la moto en categorías diferentes y, por eso, según esta última, Barcelona es la ciudad de más de 500.000 habitantes donde más gente utiliza la moto o la bicicleta para ir a su lugar de trabajo o estudio. Ahora bien, en cuanto al transporte público, Madrid y Barcelona se encuentran prácticamente igualadas: 2 de cada 5 personas lo utiliza con este propósito. Otro indicador es el tiempo que tardan los ciudadanos en ir y volver de su trabajo. En este sentido, Barcelona es la segunda ciudad donde menos personas tardan menos de 20 minutos en completar este recorrido, solo después de Madrid, según la misma encuesta del INE. La mayoría de barceloneses tardan entre 20 minutos y una hora en ir y volver del trabajo cada día (54,4%) y un 33% tardan más de una hora. En ciudades como Málaga y Valencia este porcentaje no llega al 20%. El metro, al alza Que el transporte público sea el método que más personas usan para ir al trabajo o a estudiar coincide con el aumento sin tregua que ha registrado el transporte público de la ciudad desde principios de siglo. En 2019, el metro superó los 410 millones de viajes; el bus, los 210 millones; y las líneas de metro gestionadas por FGC, los 25 millones. Después de la bajada del uso del transporte público durante gran parte de la pandemia, el metro casi se ha recuperado y continúa así su tendencia al alza. De hecho, este año el Transporte Metropolitano de Barcelona ha batido el récord histórico en validaciones en un mes de marzo. Los carriles bici y el presupuesto en transporte público se han duplicado Otro dato que también ha ido al alza en los últimos años y ofrece una alternativa al coche o moto es el aumento de la red del carril bici. El año 2021 Barcelona tenía 146 kilómetros más que el 2011, el último año para el cual hay datos directamente comparables, según las cifras publicadas por el Ayuntamiento. Esto quiere decir que en una década el número de carriles bici se ha más que duplicado. Otra cifra que se ha multiplicado por dos es el presupuesto ejecutado en materia de transporte público. El 2022 fue de 233,9 millones de euros, el 7,34% del total ejecutado, según el informe de ejecución presupuestaria de diciembre del 2022. Es decir, fue el gasto más grande tanto en términos absolutos como en términos relativos desde el 2014.

Uno de cada cinco barceloneses va a trabajar en coche o moto

El carril bici de Via Augusta estrangula la entrada de coches a Barcelona

La bici urbana crece un 14% en la capital catalana

Lo más visto