Educación en Catalunya

De 'escape rooms' a talleres sobre 'fake news': las mil vidas de la biblioteca escolar

  • El instituto Menéndez y Pelayo de Barcelona es uno de los pocos centros públicos catalanes con una biblioteca escolar abierta cada día y gestionada por una bibliotecaria profesional, pagada por las familias

Júlia Baena, bibliotecaria escolar en el instituto Menéndez y Pelayo de Barcelona. / GEORGINA ROIG

Son casi las 12 del mediodía y el sanador sol de primavera entra por los grandes ventanales que dan al pequeño patio. Acaba de terminar la hora del recreo y la biblioteca -hace unos minutos a rebosar- se ha vaciado; aunque todavía quedan unos pocos jóvenes estudiando en un par de mesas redondas. La entrada de estudiantes para hacerle alguna consulta a Júlia Baena, la bibliotecaria escolar del barcelonés instituto Menéndez y Pelayo, es un goteo constante. Toda empatía, Baena les atienda con una sonrisa generosa y toma nota de sus peticiones, de lo más variopinto, como lo son el abanico de temas de los Treballs de Recerca (TR). Una de las (muchas) funciones de la biblioteca(ria) escolar es asesorar individualmente en la búsqueda, la evaluación y el uso de información para trabajos y deberes a todo el alumnado.