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Israel, de país deficitario en agua a país exportador

El estado hebreo vivió una dura sequía entre 2005 y 2008 que le sirvió para sentar las bases de un plan estratégico de gestión del agua, considerado un modelo de éxito por la OCDE

La desalinizadora del LLobregat.  / Zowy Voete

En invierno de 2008, Israel enfrentaba un desastre hídrico. El ciclo de la sequía, iniciada en 2005, alcanzaba su auge y amenazaba con causar daños irreparables al mar de Galilea, la mayor reserva acuífera del país hebreo (está situada 200 metros bajo el nivel del mar y es un lugar histórico por su importancia bíblica). Aquel cuadro dramático era el resultado no solo de la escasez de lluvias, sino también de la sobreexplotación por parte de la agricultura de regadío y de los trasvases ilegales.