Se avecina un cambio radical en la meteorología por las tierras catalanas, con chubascos y descenso de las temperaturas cuando estamos a punto de comenzar la Semana Santa. Y las novedades están fuera de toda duda, puesto que coinciden en el pronóstico tanto los modelos más profesionalizados como la meteorología popular, con mención especial para los patos mandarines.
Y es que estos bellos animales llevan unos días con la energía más baja de lo habitual, un aspecto que según explican las tradiciones avanza la llegada de lluvia y tormentas. Un escenario al que hay que añadirle la irrupción de viento y del descenso de las temperaturas.
Las precipitaciones harán acto de presencia desde este viernes por la tarde en la zona del Pirineo, donde podrán hacerlo en forma de nieve a partir de los 1.800 metros. El contraste, en el litoral de Barcelona y Tarragona, donde en esta jornada se prevén máximas de hasta 27ºC. En el resto del territorio sí habrá descenso térmico.
La inestabilidad se extenderá a Barcelona y Girona el sábado, cuando se registrarán chubascos y tormentas que pueden dejar hasta 20 litros por metro cuadrado en apenas media hora en el Gironès, la Selva, el Pla de l'Estany y la Garrotxa, según avanza el Servei Meteorològic de Catalunya. Incluso es posible que se produzca alguna granizada.
La cota de nieve en el Pirineo caerá hasta los 1.500 metros y habrá temperaturas sensiblemente más bajas en casi todo el territorio.
El domingo el sol ganará la batalla a las nubes, pero el gran protagonista será el viento en buena parte del territorio. Nevará en cotas a partir de los 1.300-1.400 metros. Las temperaturas seguirán cayendo y se notará especialmente al caer el sol.