Proyecto único en el mundo

Acuicultores del delta del Ebro cultivan por primera vez algas en cuerdas

  • En la primera cosecha se espera obtener unos 50 kilos de alga, que se destinarán a alimentación

Un acuicultor prepara las algas, en el Delta del Ebre. / ACN

La administración y el sector acuícola del delta del Ebro han iniciado este miércoles por primera vez un cultivo de algas en cuerdas con plántulas en las bahías de los Alfacs y el Fangar mediante un sistema similar al empleado para el cultivo del mejillón y ostras en el mar Mediterráneo.

Según ha informado la Generalitat, esta es una de las primeras experiencias de cultivo de macroalgas en cuerdas, ya que ahora mismo no hay referentes de esta forma de plantación en ningún otro sitio del mundo y por eso es una propuesta pionera y se espera que permita fortalecer el sector acuícola catalán.

La plantación se ha llevado a cabo aprovechando la experiencia de una prueba piloto iniciada el pasado año, con la que se ha podido comprobar cuáles eran las mejores ubicaciones en las bahías, las densidades de siembra, la medida de las plántulas y la protección contra depredadores en las fases iniciales.

El director de Política Marítima y Pesca Sostenible, Sergi Tudela, ha explicado que una de las razones del proyecto es "la diversificación del sector, que busca cultivos sostenibles, adaptados al cambio climático y que ofrezcan valor al sector acuícola".

"De manera creciente, los organismos internacionales como la FAO o la propia Comisión Europea están promoviendo el desarrollo de una acuicultura basada en la naturaleza, mediante especies de bajo nivel trófico como las algas. En Cataluña tenemos todos los ingredientes para hacerlo posible", ha declarado.

Según el gerente de Fepromodel, Gerardo Bonet, "hay que adaptar las técnicas y la experiencia en la producción de mejillón a un nuevo cultivo, buscando diversificar el sector".

En este primer cultivo, se han sumergido 150 metros de cuerda sembrada con diferentes métodos y tamaños de plántulas de dos especies de algas, la Ulva intestinalisis y la Ulva lactuca y se hará un seguimiento riguroso para obtener datos que permitan mejorar las producciones y compatibilizarlas con el resto de cultivos.

En la primera cosecha se espera obtener unos 50 kilos de alga, que se destinarán a alimentación, básicamente en el sector de la restauración, y también se valora realizar estudios que permitan conocer con exactitud la obtención de sustancias para la cosmética o la nutrición.