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El auge de las querellas mordaza climáticas

Los procesos por difamación contra activistas medioambientales y periodistas que revelan acciones anticlimáticas crecen en Europa

Activistas de Greenpeace en una acción climática.

El pasado 20 de octubre, la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, realizó un discurso en Estrasburgo que da cuenta de la importancia y urgencia de poner freno a un problema ampliamente ignorado y que en el mundo anglosajón se conoce con el acrónimo SLAPP (Strategic Lawsuits Against Public Participation o Estrategia de Demandas contra la Participación Pública). “Las SLAPP son la segunda mayor amenaza a la libertad de expresión y a la disensión [en Europa] tras la violencia física”, aseveró Mijatovic, en referencia al uso abusivo y desproporcionado de querellas interpuestas por poderosas empresas o individuos que, por medio de esas acciones legales, no persiguen reparar un daño causado a su imagen sino simplemente intimidar o incluso silenciar a ecologistas y periodistas que previamente han expuesto sus supuestos comportamientos anticlimáticos.