Muchas de las personas que se han contagiado de la variante ómicron de covid-19 están desarrollando dolores abdominales y musculares, que se unen a los síntomas ya detectados con anterioridad.

Las personas que han contraído el virus hablan de esos dolores musculares (lumbares y en la parte cervical y de los omoplatos) que se diferenciarían de los dolores propios de la contractura porque se sienten dentro de la espalda. Este dolor puede perdurar tiempo después de haber superado superado el SARS-CoV-2.

Fuertes dolores

Pero además, también se ha registrado una gran cantidad de pacientes infectados con la variante ómicron de covid-19 que desarrollaron hiperestesia, un síntoma que consiste en fuertes dolores y que podría derivar en un cuadro grave.

La hiperestesia se puede definir como hipersensibilidad del organismo, y se manifiesta como un dolor que impacta en todo el cuerpo. Los expertos explican que, si uno toca a la persona que sufre hiperestesia, no pasa nada, pero si presiona sus manos sufren un dolor agudo y fortísimo en músculos, huesos, piel...

Aumento de sensaciones

Consiste en un aumento de la intensidad de las sensaciones que puede afectar a todos los sentidos de manera global, o bien selectivamente a algunos de ellos.

A menudo se confunde con otro síntoma del sistema nervioso: la parestesia, que es una sensación anormal de los sentidos que se traduce en sensación de hormigueo, adormecimiento, etcétera que se puede producir tras permanecer un rato en una mala postura. La parestesia es un efecto secundario que se ha detectado hace apenas un mes en personas que han recibido la vacuna de Moderna.