El artículo del director

Lo que nos gustaría olvidar de 2022

Queremos seguir ampliando el número y la intensidad de los vínculos de nuestra comunidad, liberarnos de los malos augurios y seguir apostando por el progreso de las personas sin destruir el Planeta

Lo más leído en 2022

Celebramos el verano pasado los 40 años de los Juegos de Barcelona y de la Expo de Sevilla de 1992. Fuimos capaces de recordar a los 92 del 92. Ese fue un año del que difícilmente nos olvidaremos. Y del que los más jóvenes guardan nuestra referencia. A veces de manera excesiva. Desde 2008, encadenamos más de una década de 'annus horribilis'. Primero fue la resaca financiera de la borrachera hipotecaria, luego el austericidio dentro de la UE y finalmente una crisis institucional en Catalunya y en España que aún resuena. Cuando levantábamos un poco la cabeza nos llegó el covid-19.

Dicen algunos que los diarios escribimos el primer borrador de los hechos que acabarán en los manuales de historia. Y lo hacemos, más que nunca, de la mano de nuestros lectores y usuarios. Por eso este número especial de balance del 2022 lo hemos construido a partir de la conversación que hemos tenido con nuestro núcleo más próximo, los suscriptores y usuarios registrados. Y hemos puesto en valor estos temas junto a lo que han publicado nuestros periodistas y a lo que ha leído el público esporádico.

El resumen es una pesadilla que se acaba y otra que empieza. El coronavirus, que a lo largo de 2022 ha pasado de pandemia a una variante más de la gripe, y la invasión de Ucrania por parte de Putin que ha dejado a Europa en guerra y ha revolucionado la geopolítica energética.

De ambos temas nos gustaría dejar de hablar durante el 2023, no por ningún tipo de censura sino porque se superen y dejen de tener interés. También hemos hablado de la reina Isabel II y de algunos personajes del corazón que alimentan nuestras propias tragedias o nuestras aspiraciones, como el resto del periodismo. Y lo hemos hecho en nuevos formatos multimedia.

No hemos dejado de lado nuestras apuestas más editoriales, hemos cumplido nuestro compromiso de hacer del 8-M todo el año, puesto foco en el drama de la violencia de género y en el efecto rebote entre los más jóvenes y hemos explicado y comentado cómo el virus de la inflación aumenta el número de personas vulnerables. Y todo en plena pandemia de salud mental. Hemos seguido de cerca un Mundial atípico y hemos acompañado una cierta recuperación del pulso cultural.

Nuestra comunidad ha mostrado también especial interés en algunos temas emergentes como las encuestas sobre las elecciones del 2023 (generales y municipales) y, especialmente, con todo lo relacionado con Barcelona (vivienda y mobilidad) y con las nuevas empresas. Seguro que les vamos a seguir en esa propuesta.

Echamos en falta, y ya lo hemos empezado a trabajar en la redacción, más foco de nuestra conversación en el cambio climático, una lucha que, si perdemos, se llevará al traste el resto de nuestros anhelos y de nuestras penas.

Queremos, pues, seguir ampliando el número y la intensidad de los vínculos de nuestra comunidad, liberándonos de los malos augurios y apostando por el progreso de las personas sin destruir el Planeta. Aquí nos encontrarán en el 2023. ¡Feliz Año!