Crisis climática

Más del 80% de las ciudades catalanas no tendrán lista la zona de bajas emisiones el 1 de enero

La sentencia que tumbó la ZBE de Barcelona puso a los consistorios en guardia y muchos pusieron el plan en barbecho, a pesar de que la ley estatal blinda legalmente la medida

El Govern asegura que no realiza un seguimiento de estas restricciones, aunque tiene un plan propio de paraguas ambientales para ciudades de más de 20.000 habitantes de cara a 2025

El decreto del Gobierno pilla a los municipios con el trabajo a medio hacer, sin las cámaras desplegadas, sin los recursos necesarios o sin intención alguna de multar, como mínimo, hasta 2024

Cartel anunciando la zona de bajas emisiones, en la Ronda Litoral de Barcelona / Ferran Nadeu

En apenas cuatro días, 23 municipios catalanes deberían tener implementada una zona de bajas emisiones (ZBE), de manera que los coches más contaminantes, los que no disponen de etiqueta ambiental de la DGT, no puedan entrar en los cascos urbanos. Eso es, al menos, lo que reclama la ley de Cambio Climático y Transición Ecológica y concreta el decreto aprobado este martes en el Consejo de Ministros, pero lo cierto es que el 1 de enero de 2023, tan solo cuatro de estas ciudades tendrán en marcha el paraguas ambiental. Son Sant Cugat y las urbes que desde 2020 forman parte de la ZBE del entorno de Barcelona, donde se incluye, además de la capital catalana, L'Hospitalet y Cornellà (y también Esplugues y Sant Adrià de Besòs, pero estas quedan fuera del ámbito de la ley al tener menos de 50.000 habitantes). Las otras 19 de la lista de 23 están en ello, con ritmos muy dispares de ejecución y sin que ninguna lo tenga todo a punto para el domingo. Vaya por delante un 'spoiler': uno de los consistorios consultados ni sabía de la existencia del decreto.