Debate gastronómico

Los chanchullos de los ‘influencers’ de los restaurantes abren una polémica en Italia

  • El bloguero Alessandro Bologna ha destapado la publicidad encubierta y los chantajes detrás de ciertas reseñas gastronómicas

  • La Guardia de Finanzas ha abierto una investigación sobre los métodos que usa el colectivo para acaparar seguidores

Franchino Er Criminale Alessandro Bologna

El primero en abrir la caja de Pandora ha sido el romano Alessandro Bologna, de 44 años, él mismo un 'influencer' de restaurantes, cocina y gastronomía. Bologna acudió a un restaurante de comida callejera que había recibido reseñas positivas de sus colegas y se grabó en vídeo criticando la oferta gastronómica del establecimiento. Luego lo subió a su canal en YouTube, en el que usa el seudónimo Franchino Er Criminale y tiene más de 200.000 seguidores. "Quiero denunciar a los blogueros de comida que reciben dinero de los restaurantes", soltó, antes de explicar que, en realidad, el fenómeno de los 'influencers' que hacen publicidad en las redes a cambio de dinero esconde gigantescos fraudes.