Ocio nocturno

Halloween será una prueba de fuego para discos y bares tras la crisis de los pinchazos del verano

  • La patronal del ocio nocturno, que en julio firmó un convenio con el Ministerio de Igualdad para implementar puntos lilas en los locales, estima que la próxima fiesta multitudinaria servirá para calibrar cómo están funcionando las medidas

  • Las actuaciones acordadas son voluntarias, no obligatorias

Casi 100 denuncias de pinchazos se han registrado este verano en Catalunya.

La Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche) -que en verano, en plena crisis de los pinchazos, firmó un convenio de colaboración con el Ministerio de Igualdad para llevar los puntos lila y la formación del personal a bares y discotecas- afirma que el próximo Halloween será la prueba de fuego de cómo están funcionando las medidas iniciales que entonces se firmaron y que, en todo caso, son voluntarias, no obligatorias, por lo que su ausencia no implica ningún tipo de sanción.

"El puente de Todos los Santos y en especial la del 31 de octubre al 1 de noviembre los establecimientos nocturnos estarán abarrotados en una medida en que no se había visto desde el verano y será un buen escenario para poder monitorizar y recoger información", afirman desde la federación España de Noche.

Guía de actuación

El ritmo de implementación de los nuevos protocolos para prevenir, detectar y actuar contra el acoso y las agresiones sexuales, afirman desde la federación, depende de cada ciudad y de las características de los locales. Aun así, 1.500 empresarios se comprometieron el pasado julio a colocar "puntos lilas" en los lavabos de los establecimientos con códigos QR que permitieran brindar una información rápida de lo que pueden y deben hacer ante un caso de acoso o agresión.

El convenio incluye "una guía de actuación y herramientas informativas y formativas" que orienten la actuación del personal de los establecimientos en la prevención, respuesta y atención frente a cualquier forma de violencia contra las mujeres, "con especial atención a la violencia sexual”. A la vez, también impulsa un trabajo de campo para detectar las zonas problemáticas de los propios locales y conocer de primera mano la percepción del público, los trabajadores y el empresariado respecto a las violencias machistas.

El objetivo de los puntos violeta es que actúen como elemento "disuasorio ante los posibles agresores" y que, a la vez, envíen "un mensaje de que se trata de un lugar seguro para las mujeres". Cabe decir que, a pesar de los mitos que relacionan las agresiones con el alcohol y la noche, la mayoría de los casos de violencias sexuales no se producen en espacios de ocio nocturno sino en otros ámbitos como el familiar, el trabajo o los círculos de amistades.

Actuaciones en Barcelona

Desde este verano, el Ayuntamiento de Barcelona también ha desarrollado cuatro itinerarios seguros para evitar agresiones sexuales y actitudes machistas en las salidas de las discotecas. El plan cuenta con cuatro patrullas de la Guardia Urbana rondando por el Front Marítim, el Poblenou, el Paral·lel y las zonas entre Gràcia y Sarriá-Sant Gervasi durante la noche y la madrugada de los fines de semana. Además, los responsables de urbanismo del consistorio han instalado puntos de luz y elementos que permitan una mayor visibilidad para que las mujeres puedan volver más tranquilas y seguras hasta las principales paradas de transporte público.

El consistorio aún no ha hecho un balance de esta iniciativa. "No tenemos datos", dicen fuentes municipales, que matizan que la Guardia Urbana es el primer cuerpo policial en España que está haciendo estos trabajos preventivos en torno a la violencia sexual en los espacios de ocio nocturno. Sin embargo, sí mantienen que, en adelante, el objetivo es extender este plan por toda la ciudad, más allá de estas cuatro zonas donde se concentran muchas discotecas.

Un centenar de pinchazos

En los últimos tres años, las denuncias de agresiones sexuales en Barcelona han aumentado el 31%, y los abusos, el 11%. Las víctimas suelen ser mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años. Y en muchos casos, los agresores conocen a las víctimas en la puerta de la discoteca, según denunció en su momento la subinspectora de la Guardia Urbana Gemma Alfonso.

Según los recientes datos de la Generalitat, cerca de un centenar de personas han denunciado este verano pinchazos en espacios de ocio nocturno. Una práctica cuyo móvil no ha podido aclararse, pero que ha desatado el miedo y ha obligado a las autoridades a aplicar protocolos específicos. En Catalunya se recomienda ingresar en un centro sanitario lo antes posible, donde se deben realizar análisis toxicológicos, y se contempla la opción de administrar la profilaxis por exposición al VIH durante las primeras 72 horas tras el incidente.