Las lagunas de la educación inclusiva

La falta de recursos expulsa a un niño autista de un curso de natación en Barcelona

  • "Os devolvemos el dinero y ya os llamaremos cuando tengamos monitor de apoyo", le dijeron a la madre de Estefano, de 12 años

El pequeño Estefano junto Vilma, su madre, este lunes en Barcelona. / Ferran Nadeu

Se instalaron en Barcelona hace un año. Uno de los motivos (y motores) para abandonar Perú y empezar de nuevo en la otra punta del mundo fue su hijo. "En nuestro país sufríamos mucha discriminación a nivel social y educativo", explica Vilma, madre de Estefano, un niño de 12 años con un trastorno del espectro autista (TEA). Desde su llegada a Barcelona está madre no ha hecho otra cosa que remover cielo y tierra para que su hijo tenga todos los derechos. Con esa intención se apuntó a la asociación Aprenem Autisme, donde padres y madres con situaciones similares le explicaron cómo van aquí las cosas: las injusticias hay que denunciarlas; hacer ruido funciona. Las familias que se mueven logran cambios. Se lo dijo el padre de Abril, la pequeña con autismo cuyos compañeros de clase se plantaron y dijeron que si ella no nadaba, ellos tampoco, quien logró un monitor de apoyo (al que tenía derecho, pero no llegaba) a las pocas horas de denunciar su caso en los medios.