Juicio por el accidente del Alvia

El maquinista: "No había ninguna señal hasta la curva, nada de nada; no pude evitar el accidente"

Garzón, que rompió a llorar varias veces y pidió perdón a las víctimas, se centró en exponer una seguridad deficiente de la vía | La llamada telefónica del interventor le desubicó: "Perdí la conciencia situacional"

GRAF8478. SANTIAGO DE COMPOSTELA, 06/10/2022.- El acusado Francisco José Garzón Amo, maquinista del Alvia accidentado en 2013, durante el segundo día del juicio del accidente del Alvia, que se desarrolla en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira jr MEJOR CALIDAD DISPONIBLE

"Fue un accidente, no pude evitarlo”. Esta fue la última frase pronunciada este jueves por Francisco José Garzón Amo en su declaración en el juicio que arrancó esta semana en Santiago por el trágico descarrilamiento ocurrido en Angrois el 24 de julio de 2013. Fueron unas palabras dirigidas a las víctimas, a las que, entre lágrimas, les pidió de nuevo, porque ya lo había hecho en anteriores ocasiones, que le “perdonen”. El maquinista del tren Alvia accidentado aquella víspera del Día de Galicia centró su defensa en exponer una deficiente seguridad en la vía –poniendo así el foco en Adif– y en destacar carencias en la formación recibida para circular en ese tramo. El día del siniestro, reiteró una y otra vez, él no incurrió en ningún incumplimiento. “Antes de la curva no había ninguna señal, ni semafórica, ni baliza, ni nada, de nada, de nada, que me indicase que debía restringir la velocidad”, declaró. La que había, concretó, estaba ya “sobre la misma curva”. Fue entonces cuando “frenó”. Demasiado tarde. Porque ya era “imposible” pasar en ese punto de los 200 km/h a los que circulaba a los 80 adecuados para el curvo tramo que debía de tomar. ¿Y la llamada telefónica que le hizo el interventor instantes antes del impacto? ¿Cómo influyó? “Me desubiqué; perdí la conciencia situacional”, reconoció.