En diciembre de 2016, este diario visitaba Prats de Lluçanès, a poco más de una hora de Barcelona, para conocer de primera mano cómo este pequeño municipio de Osona estaba aplicando las directrices de la reforma horaria. Era la zona cero del cambio de hábitos en Catalunya, con un alcalde, Isaac Peraire (ERC), muy en sintonía con el movimiento que entonces lideraba Fabian Mohedano, el principal profeta de la cosa a este lado de los Pirineos. El consistorio cambió de color (de Esquerra a Junts) y, lo más importante, llegó la pandemia que todo lo revolvió y todo lo excusó. Esa pequeña Galia adalid de la nueva organización social, económica, política, cultural y comercial dejó el invento en barbecho. Y ahí sigue. Dormitando. Como en el resto de un país que un día dijo que todo esto daría un vuelco en 2025.
Un nuevo estilo de vida
Prats de Lluçanès, la prueba piloto frustrada de la reforma horaria
Este pequeño pueblo de Osona fue punta de lanza del cambio de hábitos en la sociedad, pero el proyecto se ha enfriado y a día de hoy no hay nada previsto ni hoja de ruta
Cuatro trabajadoras del Ayuntamiento de Prats de Lluçanès comen en dependencias municipales, en diciembre de 2016 /
Temas
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia