Conductor, monitores y escuela: todo falló en el caso de la niña ‘olvidada’ de Sitges

En el punto 9.3 del reglamento del servicio de transporte escolar colectivo del Garraf -el que usaba la niña de tres años ‘olvidada’ este lunes durante siete horas en Sitges-, se indica que "antes de abandonar el vehículo, el conductor ha de revisar que no ha quedado nadie en el interior". Según admiten desde la Fundació Pere Tarrés -empresa responsable del servicio de monitores de la ruta en el que sucedieron los hechos-, "todo apunta a que falló uno o más de los protocolos establecidos por parte de equipo de monitores, de la escuela y de la empresa de transporte, que por ley tiene la última responsabilidad de verificar que el autobús queda vacío al acabar el servicio, antes de dejar el vehículo en cocheras". En el punto 10.3 del mismo reglamento se señala que al terminar el trayecto de ida al centro, el acompañante -es decir, el monitor- tiene que asegurarse de que el alumnado entre en el recinto escolar, igual que, al a vuelta, tiene que hacerlo de que los usuarios queden bajo la responsabilidad de sus padres o tutores. Punto que también falló, aunque desde la Pere Tarrés señalan que el equipo de monitoras de esta ruta está formada por dos personas experimentadas -hoy por hoy retiradas de forma cautelar con un permiso retribuido hasta que se aclare lo sucedido-, una de ellas hace más de 20 años que realiza ese servicio y, la otra más de tres. El protocolo, aprobado por el Consell Comarca del Garraf hace justo un año, el 21 de septiembre del 2021, va más allá. El punto 12.2 señala que la dirección de la escuela tiene la obligación de fijar a una persona responsable de recibir a los alumnos a la llegada del servicio escolar y de su entrega al acompañante del bus a la salida. ¿Por qué el colegio no llamó? Repasado el reglamento íntegro del servicio de transporte escolar y visto lo sucedido, resulta evidente que fallaron todos los mecanismos previstos: ni el conductor ni las monitoras ni la persona responsable de la escuela de recibir a los niños se dio cuenta de que faltaba una niña. Pero... más allá del protocolo específico del servicio de transporte escolar -existente y público-, muchas familias de todo el país sobrecogidas por la gravedad de los hechos se preguntaban este miércoles por qué el colegio no llamó a la familia para advertirles de que su hija de tres años no había acudido al centro. ¿Existe un protocolo que obligue a las escuelas públicas de infantil y primaria a avisar a las familias si sus hijos, sean de la edad que sean, no acuden un día al colegio? Tras consultar a varios centros catalanes de distintas localidades y tamaños y, tras el silencio de Departament d'Educació, la respuesta es no. Al margen de que la educación infantil en Catalunya no es obligatoria, normalmente los centros a principio de curso comunican a las familias que deben ser ellas las que avisen si si hijo no asistirá a clase, ya sea por correo electrónico, llamando al centro o, los más mayores, vía una nota en la agenda y, según varias direcciones consultadas, las familias suelen hacerlo. "Si un niño que no suele faltar nunca de forma injustificada un día falta, la profesora, cuando encuentra el momento, sí suele llamar para interesarse por él", señala la directora de una escuela de un municipio mediano. Pero cada centro dispone de su protocolo interno propio, también en función de sus recursos. Hay centros que aseguran que sí llaman desde el primer día, muchas otras, no. Responsabilidad de las familias "La mayoría de familias avisan por correo electrónico cuando un alumno faltará a clase, principalmente para que no les cobren el servicio de comedor, pero un protocolo que haga que el centro llame por una sola mañana de ausencia no, no existe", asegura la jefa de estudios de una escuela pequeña -de una línea- de un municipio pequeño. "También es cierto que aquí no tenemos servicio de transporte escolar y está todo muy controlado, ya sabemos si un niño se marchó el día antes porque se encontraba mal", añade. Cada centro es un mundo. Hay escuelas que se organizan por proyectos y mezclan a los niños a primera hora de la mañana cuando los alumnos deciden libremente el espacio a que acuden, lo que hace que los profesores no tengan las listas de esos alumnos mezclados. "En una escuela tradicional sí que, quizá, a las nueve de la mañana estén todos los niños sentados en una clase y se pueda pasar lista, pero con las nuevas metodologías eso no es tan sencillo", apunta la directora de un colegio barcelonés. Mensaje automático en secundaria En secundaria, como los alumnos van solos al centro, sí suele ser automático que, al pasar lista por la mañana, las familias reciben automáticamente un mensaje si sus hijos no han aparecido en el instituto. Existe, además, un Protocolo de ámbito comunitario de prevención, detección e intervención ante situaciones de absentismo, pensado para dotar a los centros educativos de primaria y secundaria de una herramienta para "prevenir, detectar e intervenir" frente a situaciones de ausentismo y abandono escolar. En este sentido, la directora de un instituto escuela de alta complejidad explica que, en su caso, en alumnos de infantil y primaria -en secundaria se informa de forma automática a las familias- llaman a las familias al segundo día de ausencia por un acuerdo con los servicios sociales.

Conductor, monitores y escuela: todo falló en el caso de la niña ‘olvidada’ de Sitges

No existe un protocolo único de actuación ante las faltas de asistencia aisladas en infantil y primaria y cada centro tiene su propio sistema interno de actuación

Lo más visto