La gestión de la pandemia

La mascarilla seguirá siendo obligatoria en los aviones

La toma de temperatura y la distancia de seguridad en los aeropuertos pasan a ser una recomendación

Imagen de archivo de varias personas en el Aeropuerto de Barajas de Madrid. / Epi_rc_es

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha explicado este jueves en el Congreso de los Diputados que en el decreto de ahorro energético, en el que se incluyen también medidas sobre el transporte o las becas al estudio, se ha eliminado "la obligatoriedad de la aplicación de las directrices de operación vinculadas con la pandemia en los aeropuertos" y se ha establecido "que sean recomendaciones tanto el uso de mascarillas, como la toma de temperatura y la distancia entre personas en las colas para los controles".

En el interior de los aviones, han aclarado desde el Ministerio de Sanidad, la mascarilla seguirá siendo obligatoria, como en el resto del transporte público, pero en los aeropuertos, pasillos, salas de espera y controles se recomienda llevarla, al igual que en los andenes o estaciones de tren o metro, pero no es obligatoria. Esta recomendación lleva vigente desde que se eliminó la obligatoriedad de llevar tapabocas en interiores, el pasado mes de abril, y el real decreto que será previsiblemente este jueves convalidado en el Congreso no cambia nada al respecto. Lo que sí convierte en recomendación y no obligación es la toma de temperatura y la distancia entre personas en las colas de los controles.

"Con esta modificación seguimos los pasos de los países de nuestro entorno, eliminando trabas y por tanto potenciando la competitividad del sector del transporte y también del turismo", ha argumentado Sánchez.

Seguir con la prudencia

No obstante, la mascarilla seguirá siendo obligatoria en el interior de los transportes públicos en las próximas semanas aunque la incidencia de covid vaya a la baja, a tenor de las palabras de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, quien el pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, sugirió que, de momento, no se va a introducir ninguna relajación sobre el uso del tapabocas en el transporte público, los centros sanitarios, las farmacias o las residencias, donde su uso es preceptivo para los trabajadores y las visitas.

"Aunque estamos en una etapa de mucha luz", señaló la ministra de Sanidad, conviene continuar con la "prudencia". Eso sí, si en un futuro próximo los expertos que asesoran al Gobierno dieran el paso de recomendar la relajación, el ministerio de Sanidad lo estudiará. "Siempre hemos estado en manos de la ciencia y los expertos", señaló sobre la posible eliminación de la obligatoriedad.

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