El salto desde Marruecos

Migrantes nadadores tratan de llegar a Melilla cruzando una milla de mar entre grandes barcos

Su único equipaje: el pasaporte y el móvil metidos en bolsas de plástico

Un momento del intento de robo de una lancha por un menor migrante en el puerto depotivo de Melilla. Verano de 2019.

La mayoría son jóvenes; muchos, menores de edad y todos desesperados por instalarse en suelo europeo. Tanto como para lanzarse a cruzar a pulmón una milla de agua portuaria transitada por grandes embarcaciones. Son lo que los miembros de las fuerzas de seguridad en Melilla llaman “nadadores”: migrantes marroquíes que se tiran desde los diques de Beni Enzar (que son el puerto de Nador) tratando de ganar la escollera sur del puerto melillense, o la playa de la Hípica o el puerto deportivo de la ciudad.