El velero Jeanne Solo Sailor, de 12 metros de eslora, salió de Lisboa el domingo y envió una señal de socorro a las 20:23 hora local del lunes a 14 millas (22 kilómetros) de las islas gallegas de Sisargas. A bordo iba un único tripulante, el francés Laurent Camprubi, de 62 años, que sobrevivió bajo el casco de la embarcación durante 16 horas. "Al filo de lo imposible, en una operación contrarreloj, con mala mar, de noche y en medio de la nada", así narró el rescate el jefe de Salvamento Marítimo, Juan Ferrer. Ahora, el superviviente ha explicado cómo consiguió tal hazaña.
Camprubi relata que una burbuja de aire le permitió aguantar hasta que llegaron los buzos de los guardacostas españoles. "Tenía 30 centímetros de oxigeno y muy poco espacio para moverme, solo pensaba en vivir", asegura, ya en el puerto de Oza, en A Coruña. Respecto al accidente que sufrió en el océano Atlético, Camprubi ha indicado que el mar estaba agitado y que sucedió súbitamente.
"En 15 segundos estaba navegando y de repente, así", concreta mientras hace un gesto a que la embarcación volcó. De inmediato, este navegante experto activó la baliza de emergencia y antes de la noche escuchó por primera vez al helicóptero de Salvamento Marítimo.
Navegante francés: "Tenía 30 centímetros de aire pero necesitaba sobrevivir"
/Globos de fijación
Uno de los buzos entró en el velero por el casco del barco para buscar señales de vida y encontró al hombre en el interior, que respondió a su llamada con golpes. Para sacarlo, los rescatistas fijaron globos de flotación en la estructura del velero para evitar que se hundiera más. Entonces, esperaron a que el mar se calmase y, cuando amanecía, lo sacaron de la embarcación. "Yo pensé: 'Saben que estoy aquí y me van a salvar", ha recordado Camprubi.