A la espera de que Aguas de Galicia declare oficialmente la prealerta por sequía en la comarca, los gobiernos municipales de Baiona y Nigrán han decidido tomar ya medidas más restrictivas para ahorrar agua. El nigranés cerró este miércoles el grifo de las duchas y lavapiés de las playas, tres semanas después de que lo hiciese su vecino. Ambos han reducido al mínimo el riego de zonas verdes y suprimido el baldeo antes de la segunda quincena de julio, además de pedir colaboración a la población en el consumo responsable. El alcalde baionés, Carlos Gómez Prado, publicó un bando en este sentido el 12 de julio, mientras que el Concello de Nigrán acaba de iniciar una campaña informativa con consejos para el uso del agua a la ciudadanía en colaboración con la concesionaria del servicio, Aqualia.