El pasado 18 de diciembre Laura Costa se presentó a las primeras oposiciones de la convocatoria 240 subalternos que la Generalitat de Catalunya organizaba específicamente para personas con discapacidad intelectual. Eran 151 plazas. Una iniciativa fruto del compromiso del Govern de favorecer la inclusión y la inserción laboral de este colectivo (solo uno de cada cinco discapacitados intelectuales tiene empleo). Esta joven de Badalona lo hizo con ilusión. Llevaba dos años, pandemia mediante, preparándose para ello. Incluso pidió a su oncólogo que pospusiera la intervención de un tumor para poder estudiar con tranquilidad. Y salió del examen, que se prolongó desde las 08.00 horas de la mañana hasta pasadas las 15.00 horas, relativamente contenta. A partir de ahí, el desconcierto, la desilusión y el enfado. "Es como si quien me ofreció un helado luego me lo quitara", describe.
Oposiciones polémicas
El sector de la discapacidad intelectual reclama las plazas públicas destinadas al colectivo
Familias y la entidad Dincat denuncian trabas en los exámenes de acceso y llevarán el caso a la Síndica de Greuges
"Es como si quien me ofreció un helado luego me lo quitara", describe Laura Costa, una de las afectadas
Laura Costa, una de las personas que ha denunciado las irregularidades en las oposiciones de la Generalitat para el sector de la discapacidad intelectual. /
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