Barcelona invierte más de 3,2 millones en limpiar las pintadas de su patrimonio artístico
En 2021, en Barcelona, se limpiaron 279.422 metros cuadrados que previamente se habían tiznado rotulador, espray o esmalte en mano. Este año, a 31 de marzo, la superficie lustrada suma ya 71.114 metros cuadrados. Es el problema del acto vandálico más practicado en Barcelona: los grafitis, en el sentido más amplio del término, que llenan de pintadas paredes, fachadas, persianas y arte de la ciudad. Para los ciudadanos, algo molesto que ensucia y degrada el espacio público, que como su nombre indica es de todos. Para los profesionales del mantenimiento y restauración del bien común, un mal sueño, una pesadilla recurrente que se materializa noche tras noche. Como el Día de la marmota. “Es un no parar, un continuo, un bucle. Limpias, pintan y vuelves a limpiar”. La impotencia la expresa Carmen Hosta, la responsable de mantener en condiciones todo el arte público de Barcelona, que es lo mismo que decir esculturas, fuentes ornamentales y monumentos. Lee aquí el reportaje sobre la problemática de las pintadas callejeras escrito por Natalia Farré.