Tras décadas reclamando el fin de los peajes, ya son muchos en Catalunya los que echan de menos las barreras y las casetas naranjas. Durante los días del puente de Sant Joan sucederá, amplificado, lo que ya es habitual en los últimos meses, tanto en días laborables como en fines de semana: colas kilométricas, en muchos casos agravadas por incidencias en la calzada. El tráfico ha basculado desde las carreteras secundarias a las autopistas principales y esto ha tenido un efecto dominó en la siniestralidad, que también ha mutado la piel. No hay buenas noticias cuando se habla de seguridad vial y hay una sola vida afectada, pero en toda esta situación puede convalidar el dicho de que 'no hay mal que por bien no venga'. Es cierto que los siniestros han crecido de manera sustancial en la AP-7 (un 30% más y suponen el 40% de los accidentes registrados en las principales vías catalanas), pero en términos globales, la caída de la siniestralidad es casi del 20%.
Seguridad vial
El colapso de la AP-7 reduce los accidentes más graves
La cifra de siniestros con muertos y heridos de consideración cae un 21,3% a pesar de que las víctimas mortales son 77, las mismas que en 2019
La autopista del Mediterráneo, que concentra un 40% más de tráfico, es mucho más segura que las carreteras secundarias porque se evitan los choques frontales
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia
- Entrevista al legendario atleta Edwin Moses: "No necesité entrenadores, yo era más inteligente que ellos"